Somalia
Chacón no logra aún el sí de Seychelles al armamento pesado en los atuneros
Si desde hace dos años la reivindicación de que los atuneros que faenan en el Índico lleven armamento pesado es una constante, en los últimos tiempos la petición se ha transformado en clamor ante la sofisticación y la mayor agresividad que los filibusteros emplean para atacar los barcos que faenan en la zona de influencia de Somalia.
El Gobierno y los armadores están de acuerdo en embarcar ametralladoras del calibre 12,70 en los pesqueros, pero hay un escollo: el Gobierno de Seychelles, donde tiene su base la flota pesquera española en la zona. El Ejecutivo isleño no quiere que los barcos que atracan en sus puertos tengan un armamento mayor que el del propio Ejército local, y lleva dos años rechazando cualquier petición en este sentido.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, se desplazó ayer hasta Victoria, capital de Seychelles, para tratar de convencer al Gobierno de que ceda. Y aunque éste sigue sin dar su brazo a torcer, el «no» sigue siendo «no» pero con un «ya veremos». Es decir, aceptó crear una comisión bilateral que estudie la posibilidad de permitir el embarque de ametralladoras pesadas en los atuneros españoles. Esa respuesta fue suficiente para que tanto Chacón como los armadores vascos y gallegos que la acompañaban en el viaje salieran del archipiélago satisfechos. Al fin y al cabo, es un paso y han visto en las autoridades locales buena disposición a aceptar por fin. Los armadores mostraban ayer el deseo de que eso ocurra antes de septiembre, cuando acaban los monzones y los piratas incrementan su actividad, pero en Defensa no se atreven a dar plazos.
El ministro de Exteriores de Seychelles, Jean Paul Adam, prefirió hablar de los objetivos de esa comisión en un tono más genérico, sin referirse explícitamente a las armas y subrayando que la colaboración actual entre ambos países en la lucha contra la piratería «ya funciona». Lo que sí conseguía Seychelles eran dos compromisos de España: la formación y capacitación de las Fuerzas de Seguridad de Seychelles; y la instalación de una unidad permanente de telemedicina conectada con el hospital Gómez Ulla que permita asistir a ciudadanos locales y a marineros españoles. Además, se llevó el compromiso de Chacón, antes de que ésta partiera a Djibuti, de interceder ante la Unión Europea para que ésta dote de armamento al Ejecutivo africano.
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