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En las nubes

La Razón
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Marta, «la novia de España», es inocente mientras en el juzgado de instrucción número 24 de Plaza Castilla no demuestren lo contario. Pero eso no erradica las sospechas que sobre ella se ciernen como una tormenta devastadora. «Si ha estado siete horas prestando declaración...». «Si la acusan de traficar con sustancias dopantes...». «Si ha blanqueado dinero...». La Justicia no da puntadas sin hilo, no se inmiscuye en la vida del ciudadano sin indicios. Y todas las pruebas que poco a poco, goteo infernal e incesante, se van destapando la sitúan en el ojo del huracán por las malas compañías. Se dice que la trataba Eufemiano Fuentes, a quien empezaremos a conocer como el «Doctor Muerte», por estar implicado en todos los funerales del deporte español. «¿Pero es que no tuvo bastante con la ''operación Puerto''? ¿No había desaparecido a la espera de sentencia por aquello?». Tiene más vidas que los gatos de Mourinho y, según parece, para él nada es suficiente. Le han echado un «galgo» y ha sido atrapado, si es que, como algunos apuntan, no es el epicentro del terremoto. «¿Y cómo se deja Marta liar por alguien a quien conocen como el ''Camello de la Blume''? ¿Es que nadie sabía quién es César Pérez?». Lo sabía Mariano Díez, el anterior entrenador de la campeona del mundo de los 3.000, y sólo se lo dijo a ella, según propia confesión. «Ten cuidado dónde te metes», le advirtió. Y rompieron. Pero no lo denunció a la autoridad competente, si es que sospechaba. «Pero si Marta trafica, seguro que se dopa», colige el pueblo llano en estado de «shock», como Odriozola. ¿Tampoco éste se enteró de nada? Es como si el Gobierno nombra ministro de Hacienda a Vito Corleone. «Ya nombró a Roldán»... Lo evidente: en España se lucha contra el dopaje.