Nacionalismo por Iñaki Zaragüeta

Será por otra razón, pero no por la defensa de los habitantes de San Sebastián. Si el PNV no firma la moción de censura contra el alcalde donostiarra de Bildu, será porque la gestión excluyente y secesionista de los abertzales pesa más en su ideario que el desarrollo de la ciudad y el progreso de sus habitantes. Por muy legal que sea, si realmente los otros 19 discrepan de la gestión, no es convincente que 8 concejales de 27 impongan sus tesis, algunas de ellas irracionales, y campen a sus anchas sin que se les ponga freno. La moción de censura planteada por el PP constituye un acierto porque, por un lado, se rebela en favor de lo que entiende ser los inteses de esa bella ciudad. Y por otro, provoca que PSE y PNV definan claramente cuál es su postura. A juzgar por lo que cuentan los populares, da la impresión de que los socialistas aceptan siempre que el alcalde sea de su partido, condición que parece razonable porque tiene un concejal más que populares y peneuvistas (jeltzales). La piedra definitiva está ya en el tejado de estos últimos, ya que se necesita al menos una de sus firmas para que la moción conta el alcalde pueda prosperar y poque gracias a ellos Bildu accedió a la poltrona municipal. No nos engañemos. Si el PNV prefiere mantener al radicalismo abertzale a que el AVE llegue a Donosti, es porque está esperando el resultado de las elecciones autonómicas del día 21 y apoyarse en Bildu para la reconquista de Ajuria Enea. Así es la vida.