El fin de un sueño americano

Era una de las parejas más poderosas de Estados Unidos. Estuvieron casados durante veinticinco años y son una institución en América. Ella es periodista, miembro del influyente clan Kennedy (es sobrina del ex presidente J. F. K.) y una de las mujeres más poderosas del mundo, según la revista «Forbes». Él, exculturista, estrella de Hollywood, republicano convencido y ex gobernador de California. Maria Shriver, de 55 años, y Schwarzenegger, de 63, llevan varias semanas viviendo en distintos domicilios y han escrito un comunicado para confirmar los rumores sobre su separación: «Estamos en un momento de transición personal y profesional.

Después de pensar, reflexionar, discutir y rezar, hemos tomado juntos esta decisión». La ruptura ha sorprendido a sus fans, pero no a los amigos de la pareja. En marzo, Maria ya había volcado parte de su angustia en un vídeo que subió a Youtube y en el que pedía consejo. «Las transiciones no son fáciles. Me gustaría que alguien me dijera cómo enfrentarme a los cambios. Es estresante no saber qué va a ocurrir en el futuro», aseguraba en la grabación. Además, hace varios meses que se dejó ver sin su anillo de boda y Schwarzenegger tampoco llevaba el suyo cuando fue fotografiado durante un paseo en bicicleta por Los Ángeles. Todo apunta a que Shriver estaba cansada del ego de su marido, que la ha ignorado durante años y cada vez pasaba menos tiempo junto a ella.

Posibles infidelidades
Tanto Schwarzenegger como Shriver han dejado claro que lo más importante para ellos es el bienestar de sus cuatro hijos (de 21, 20, 18 y 14 años), que permanecerán con su madre. «Son la luz y el centro de nuestras vidas», afirmaron. Para la web TMZ, también habrían aconsejado a su madre empezar una nueva vida lejos del protagonista de «Terminator». A pesar de que su relación ha estado asediada siempre por las numerosas infidelidades de las que se acusó a Arnold, la pareja no ha dicho aún si van a divorciarse o no y explicaron que tratarán de arreglar su matrimonio.
Schwarzenegger y Shriver se casaron el 26 de abril de 1986, durante una lujosa ceremonia en Hyannis, Massachusetts.

Después del éxito político de su marido, se convirtió en una «primera dama» de excepción para los californianos gracias a sus campañas de voluntariado. Shriver, que se había visto forzada a dejar su trabajo como corresponsal de la NBC cuando su marido fue nombrado gobernador de California, es autora de varios libros y contempla la posibilidad de volver al periodismo activo. Mientras, Arnold se dedica a revivir su carrera en Hollywood y ya ha anunciado su regreso a la gran pantalla con el drama «Cry Macho».

Hasta que la política los separe
Numerosos políticos casados han tenido que esperar hasta que pasara el periodo electoral o terminase el cargo que ocupaban para plantear el divorcio. Entre los casos más conocidos están los de los Gore, que tras 40 años casados terminaron con un comunicado: «Después de una buena dosis de reflexión, hemos decidido separarnos». Otro caso es el del matrimonio del ex candidato demócrata a la presidencia John Edwars, que ocultó una hija con otra mujer para no perder votos. Los rumores apuntan a que Hillary Clinton puede estar esperando también a terminar su mandato para dejar a su marido.