No es mea culpa

El pasado 22 de mayo, el PP ganó por goleada en Madrid. Tomás Gómez ha cosechado los peores resultados en la historia de los socialistas madrileños. Su primera reacción fue la de entonar un no mea culpa: la culpa es de Zapatero y de la catarsis de mi partido. Esto hubiera tenido justificación si Gómez no hubiera centrado tanto la campaña en sí mismo. Se hizo llamar Invictus y hasta volaba, con globos y todo, dentro de la Real Casa de Correos, simulando la película de animación Up. Parece ser que los globos se pincharon. No sé qué pasaría por su cabeza o por las cabezas pensantes de su equipo de campaña para hacer semejantes cosas. Lo fácil, ahora, sería llamarle Victus, El Hundimiento o Titanic. Pero seguro que será conocido como el Invictus Victus. IU ha subido y UPyD ha conseguido tener representación en la Asamblea y en muchos municipios. Dicen que representan el aire fresco. Está por ver si en los ayuntamientos donde huele a rancio permiten abrir las ventanas.