La mujer de hielo

Hermosa, desenvuelta, atractiva: Estíbaliz Carranza, 32 años, española, heladera, nacida en Guadalajara, México, con sus padres residentes en el Ensanche barcelonés, domiciliados a su vez en Viena, donde regenta una heladería, es la presunta autora de un doble asesinato en el que habría quitado la vida y descuartizado a su marido y a uno de sus novios. Los crímenes se produjeron con un amplio paréntesis de tiempo, como indican los cánones de los asesinatos de los criminales en serie.

Estíbaliz mató, supuestamente, en 2008 a su marido, el alemán Holger H., quien le había prestado 10.000 euros para su negocio. El hombre estaba de espaldas a ella, sentado ante el ordenador, cuando recibió un disparo. Después, la presunta asesina lo arrastró hasta un lugar desconocido, que pudo ser un cuarto de baño, donde lo descuartizó, metió sus trozos en cubetas de helado, que rellenó con cemento, y escondió los restos en el subterráneo de su local.

Estíbaliz, delgada, gentil y acogedora, cuando fue detenida en Italia se vino en seguida abajo: sí, era ella la fugitiva de Viena a la que llaman la «baronesa de hielo», la dueña de la heladería donde han encontrado dos hombres muertos y descuartizados. El hallazgo lo hicieron el 6 de junio, durante las obras de un local vecino. Los albañiles dieron con dos arcones llenos de carne humana, una bolsa con la cabeza de un hombre en avanzado proceso de putrefacción y algunas armas: una pistola Beretta, del 22, de las llamadas «de señorita», un rifle con mira telescópica y otra arma larga.

El cuerpo del otro muerto pertenecía al austriaco Mangel Hinterberger, de 48 años, representante de máquinas para la industria, como heladeras, con lo que es fácil deducir que se conocieron debido a su profesión y que se supone tuvieron un «affaire» sentimental, hasta que ella, según la policía, le disparó mientras él estaba indefenso en la cama. Sucedió en 2010.

Maltratos físicos
Estíbaliz podría ser una de esas personas que se aficionan a la caza de seres humanos. Aunque aprovechando los tiempos que corren, en seguida se defendió diciendo que había matado a sus parejas por problemas familiares y denunció que sus dos hombres la habían hecho objeto de malos tratos físicos y psicológicos. En España en seguida habrían dicho que se trata de un crimen de género y quizá llegaran a pensar que la víctima es ella. No tendría mucho valor que los fallecidos le reclamaran las cantidades de dinero que le habían prestado junto al desgaste lógico de toda pasión.

Estíbaliz está embarazada de dos meses, al parecer de un nuevo novio, Roland, un austriaco que piensa si su destino podría haber estado amenazado. Especialmente angustiosa es la experiencia del ingeniero informático de 40 años con el que la chica vivió una historia de amor entre las dos fechas de los asesinatos. ¿Pudo haber sido otro de los muertos? Con las dos víctimas, la presunta autora tuvo un relación sentimental, a los dos les pidió dinero para su negocio, parece que al segundo hasta 100.000 euros, y los dos desaparecieron. Ella dijo que los dos la abandonaron: uno para para irse a la India; y el otro, a Tailandia, y uno de ellos tras pedirle que le devolviera el dinero prestado.

El padre de Estíbaliz es un conocido escritor de misterio, Armando Carranza, que vive en España. Autor de libros como «Curar con las manos» o una «Enciclopedia de los sueños». En su casa de Barcelona están sobrecogidos y apenados. En Viena, Estíbaliz es conocida y admirada. En su círculo de amistades destacan lo sorprendente que era que cambiara de novio muy frecuentemente. Si bien se mira sólo han pasado unos meses desde el último asesinato, el abandono de un novio posterior y el embarazo con otro novio nuevo. Todo parece indicar que la joven arrestada habría encontrado una actividad que le permitía financiar su negocio y cambiar de pareja sin que ninguno pudiera quejarse. Una lección integral para panolis que creen que el asesinato es cosa de género.