El dedo anular por Marina CASTAÑO

Estoy de acuerdo con Ana María Matute cuando afirma que «el que no inventa, no vive». Esto que hoy cuento no es un invento mío, sino el fruto del estudio publicado en una revista científica, según el cual los hombres que tienen el dedo anular más largo que los otros, tienen más atractivo para las mujeres. ¿Cómo se traduce esto? Argumentando que los varones que tienen el cuarto apéndice de la mano más prolongado están en posesión de un indicador fiable de cuál es su nivel de exposición a la testosterona durante la gestación, y, lo que parece más increíble es el resultado del test que se hizo a 80 mujeres entre 18 y 34 años, observando más de 50 imágenes de hombres: los que sacaron mejor puntuación tenían el dedo anular más largo. Así es la ciencia, que nos sorprende cada día. Me imagino al mujerío mirando el dedo anular de todo el que se le acerque, porque la abundancia de testosterona indica una vida sexual muy activa, aunque también un riesgo: el de sufrir cáncer de próstata, ligado a esta hormona. Pero es sabido que el sexo practicado con periodicidad libera al varón del espectro de la hiperplasia prostática, antesala del cáncer, ya que las eyaculaciones frecuentes alejan en un alto porcentaje esta posibilidad. Y esto sí que no debe sorprender a nadie. Las funciones vitales han de ser cotidianas.