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«Intocable» un canto a la amistad sin barreras llega a España
Con la habilidad de hacer de lo irreverente una fuente de risas sin ofender, la comedia francesa "Intocable"llega mañana a España como un canto de los directores Eric Toledano y Olivier Nakache a una amistad sin barreras entre dos parias opuestos de la sociedad actual.
El primero, un tetrapléjico de la alta sociedad encarnado por François Cluzet, encerrado en un palacete parisino e impedido tanto por sus propios miedos como por la mirada limitadora de quienes le rodean.
Y el segundo, un joven negro, exconvicto y de la periferia, tres factores que le convierten en el candidato menos apropiado para ser el asistente social del millonario, pese a ser el único que ve en él a una persona más allá de su discapacidad.
La cinta, basada en las vivencias de Philippe Pozzo di Borgo y Abdel Sellou, refleja según Nakache "un encuentro bastante increíble que además es verdad", y que es fruto de "una sucesión de binomios": el de los directores, que trabajan de manera bicéfala por cuarta vez; el de los actores, y el de los verdaderos protagonistas.
"'Intocable' va más allá de las convenciones. Oponemos a la gente de manera artificial y ellos logran superar sus diferencias y mejorarse mutuamente", explicó a Efe Toledano durante la presentación del largometraje en París.
Para Cluzet, actor de consolidada trayectoria, supuso apostar por la química que pudiera surgir frente a un compañero novel en la gran pantalla -Sy-, y trabajar mental y físicamente el dolor que sentía su personaje escondiendo posteriormente ese sufrimiento para mostrar la buena cara con la que el propio Di Borgo afrontaba su vida.
Una labor, según sus palabras, en la que se fió sobre todo de su instinto: "(Toledano y Nakache) tenían dos opiniones sobre todo. Un día uno me dijo una cosa, y al cabo de un rato, el otro vino con lo contrario. Me reí e hice lo que creí conveniente. A menudo un actor no necesita ser dirigido, sino que se le anime y se le eviten los contrasentidos".
La película, sobre todo en Estados Unidos, ha recibido alguna crítica que la califica de racista y estereotipada, acusación que no comparte ni ese actor, para quien "Intocable""está hecha con mucha inteligencia y sensibilidad", ni el resto del equipo.
Para Sy, que ganó con esa interpretación el premio al mejor actor en la última edición de los César, los más de 18 millones de espectadores que la han visto en Francia "la han entendido como una historia de amistad posible, porque se ve con buenos ojos al otro y se saca lo mejor de esa persona".
Le impuso, reconoce, la responsabilidad de contar una historia real y de dar réplica a un actor con más de treinta años de trayectoria, pero el desequilibrio profesional entre ambos se compensó desde su primer encuentro.
"Yo actúo para ti y tú para mí", recuerda Sy que le dijo Cluzet, quien cree que "lo esencial es ponerle corazón"y que, como en todas las historias de intercambio, se debe actuar para la pareja: "Yo me veía discapacitado en su mirada, no me ocupaba de serlo, y le hacía ver que él era muy divertido".
Cluzet hizo ser conscientes a los directores de que si se equivocaban con un material tan bello "iban a caer muy bajo", pero que si lo bordaban "llegarían muy lejos". Y tanto Toledano como Nakache están sorprendidos de la gente que ha respaldado esta "película optimista sobre la humanidad y la aceptación de la fragilidad".
Está en proceso de negociación su adaptación en Estados Unidos, una posibilidad en la que por contrato ambos se han reservado participar en el guión y en la dirección artística, por lo que no temen que su mensaje se acabe desvirtuando.
Se lleve o no adelante, sus protagonistas tienen claro que el proceso ha valido la pena. Cluzet cerró esa etapa "con la intención de aprovechar al máximo la vida y el salario triplicado, algo muy agradable", y a Sy, el reconocimiento de la profesión le ha dado acceso a "más opciones, pero también a mayores quebraderos de cabeza ante la responsabilidad de elegir bien".
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