Melilla

Seis guardias civiles heridos en el último asalto a la valla de Melilla

Los agentes lograron repeler a 25 subsaharianos ayudados por Marruecos

Imágemnes del último intento de salto de la valla de Melilla el 26 de octubre
Imágemnes del último intento de salto de la valla de Melilla el 26 de octubrelarazon

MADRID- La intensidad del último salto a la valla dejó ayer seis guardias civiles heridos, cinco con contusiones menores y uno de ellos con una luxación en el hombro. Pasadas las siete de la mañana, alrededor de 25 inmigrantes trataron de trepar desde el lado marroquí, según declararon a este periódico fuentes de la Delegación del Gobierno de la ciudad autónoma. El salto, que se produjo en un punto próximo al paso fronterizo de Farhana, fue abortado por los agentes españoles en colaboración con los gendarmes marroquíes. Las mismas fuentes aseguran que el grupo era mucho más numeroso, «próximo a un centenar», pero que la intervención de los marroquíes logró dispersarlos y finalmente desistieron de seguir adelante. Aunque los seis agentes heridos no requirieron atención médica, lo cierto es que en los últimos meses las tentativas de los subsaharianos que tratan de poner un pie en España son cada vez más violentas. El último enfrentamiento entre agentes españoles e inmigrantes tuvo lugar el pasado 27 de octubre, un día después de la Fiesta del Cordero musulmana. El grupo de 30 ilegales interceptado en la zona melillense de Rostrogordo por la Guardia Civil opuso una gran resistencia y fue necesario el uso de la fuerza para realizar el traslado a Comisaría. Según ha denunciado Médicos Sin Fronteras, cada vez es más común encontrar heridos entre los cientos de inmigrantes que aguardan su oportunidad acampados en el Monte Gurugú. Las palizas y los malos tratos a manos de las Fuerzas de Seguridad marroquíes explicarían, junto a la llegada del invierno, el incremento en el número de saltos a la desesperada y la llegada de pateras a las playas melillenses. El Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) está al límite de su capacidad. Creado para acoger unas 480 personas, en la actualidad se hacinan en sus instalaciones más de un millar, algunos de ellos alojados en tiendas de campaña. Las asociaciones de la Benemérita se quejan de que la situación es insostenible. Fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil reclamaron ayer en declaraciones a LA RAZÓN más medios humanos y técnicos para la vigilancia del perímetro de seguridad. Las mismas fuentes consideran, no obstante, que es Marruecos quien tiene la mayor responsabilidad en el control de una frontera que tiene una longitud de 12 kilómetros cuadrados.