Castilla y León
Casi 16000 personas disfrutan de una Fiesta de Villalar con sabor a elecciones
Alrededor de 16.000. Esos fueron los castellanos y leoneses que honraron en la campa de Villalar a los comuneros Bravo, Padilla y Maldonado en la Fiesta de la Comunidad, que este año tuvo un sabor especial a elecciones autonómicas y provinciales, que se celebrarán en menos de un mes. Fue menos gente de la que se esperaba, lo que sobre todo sirvió para mejorar la circulación y evitar los típicos colapsos en los accesos.
El cielo muy nuboso y la Semana Santa no quitaron las ganas a miles de ciudadanos, que, ataviados con la pañoleta morada o roja, disfrutaron de una jornada festiva y sin sobresaltos. Un año más el ritmo de las dulzainas y tambores, de canciones tradicionales, y los aromas del chorizo frito, la tortilla, el pan, los churros y el buen vino fueron los verdaderos protagonistas. También hubo actividades para todos.
La gente pudo disfrutar de los cortadores de tronco de Valsaín (Soria), de bailes tradicionales y de conciertos, mientras que los más pequeños accedieron a atracciones de feria y juegos con el fin de que conocieran mejor las tradiciones de Castilla y León. También la literatura tuvo su lugar en Villalar, con la firma de varios libros, todos ellos sobre la historia de los comuneros y el municipio vallisoletano.
Tras los 3.000 jóvenes que pasaron la noche acampados, uno de los más madrugadores volvió a ser el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. «No tengo reivindicaciones, tengo ambición para continuar trabajando en el ejercicio de la autonomía» y con ello hacer frente a la crisis, argumentaba el presidente en Villalar de los Comuneros. A la par, aseguraba, sobre el modelo autonómico, que «no debemos ponerlo en tela de juicio por el momento que atravesamos o el ejercicio irresponsable de algunos». Y es que, a su entender, las competencias asumidas por los gobiernos regionales, «nos hacen, más que en ningún otro momento, responsables de nuestra Historia».
Juan Vicente Herrera quiso reivindicar el valor del Día de Castilla y León, y puso como ejemplo que «el 6 de diciembre, cuando conmemoramos la aprobación de la Constitución de 1978, los ciudadanos no salen a las calles, pero en nuestra Comunidad sí se vive en clave popular este día», en alusión a la Fiesta de Villalar. El presidente de Castilla y León tuvo también un recuerdo para los damnificados por la crisis y, aludiendo a la exposición que ayer inauguró en la Casa de la Cultura de Villalar de los Comuneros, «Imágenes de un siglo», compuesta por fotografías y daguerrotipos del periodo comprendido entre mediados de los siglos XIX y XX, rememoró a «padres y abuelos» que lo pasaron mal en el pasado, si bien argumentó que corren «tiempos mejores», aunque, matizó, «muchos aspiran a poder llegar al día 30».
En este contexto, señaló que «quien apueste por que todo progrese, entiende que todo pasado es la base, pero malo sería que dijese que los tiempos no son mejores social y económicamente». Aunque, sentenció, «la crisis tiene repercusiones extraordinariamente duras para muchas familias».Herrera recordó que la celebración del Día de Castilla y León ha coincidido por vez primera con «otras grandes fiestas» -en alusión a la Semana Santa-, «que llenan de vida y esplendor», se mostró satisfecho por acompañar a miles de castellanos y leoneses para que sientan «el impulso, el pálpito y el pulso de la tierra».
Imagen de fortaleza
Por otra parte, Herrera se refirió al Manifiesto que cada año se lanza en Villalar. Un texto que, a su parecer, ofrece una cruz, que es la defensa y las aspiraciones de la libertad, y una raya, que supone que «a pesar de diferencias, todos mantienen el deseo de seguir trabajando juntos por una Castilla y León mejor». A este respecto, agregó que los castellanos y leoneses viven esta Fiesta «en libertad, en democracia y en autonomía, porque estos tiempos han merecido la pena». Un momento mejor que épocas pasadas -refutando así el dicho de que «cualquier tiempo pasado fue mucho mejor»-, en el que «se reafirma la idea, el proyecto y la libertad de Villalar», a pesar de que «muchos tendrán la fiesta aparcada porque tienen problemas».
Campo y economía
Como no podía ser de otra manera, Villalar 2011 fue un día de reivindicación. La situación laboral y del campo de Castilla y León centraron la mayor parte de las reivindicaciones de los asistentes a la Campa. El secretario regional de UGT, Agustín Prieto, afirmó que «el empleo» deber ser «la prioridad máxima» del Gobierno de España y del autonómico para salir de la crisis económica. En esta misma línea, el líder de Comisiones Obreras de Castilla y León, Ángel Hernández, pidió a la Junta que dé «un impulso económico» a la autonomía y una «solución al drama de sus más de 200.000 parados».
Asimismo, recordó que su sindicato está en «plena campaña» de recogida de firmas para presentar al Gobierno de Rodríguez Zapatero un «plan alternativo» a la reforma laboral del Ejecutivo central, que ha «quitado derechos» a los trabajadores españoles. Agricultura y la Ganadería representan a otro sector especialmente afectado por la crisis, que también tuvo espacio en Villalar. La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) demandó a los políticos que no se olviden del campo y que luchen por una Política Agraria Común «buena y con recursos», mientras que La Alianza por el Campo, que forman UPA y COAG, reivindicó un modelo social agrario que defienda la explotación familiar en Castilla y León.
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