Sevilla
Un giro histórico por Pilar Ferrer
Nadie podía predecir, ni siquiera pensar, hace cuatro años, un resultado semejante. Andalucía y Cataluña, los dos grandes feudos inaccesibles para el PP, tan necesarios para alcanzar La Moncloa, eran la gran apuesta de Mariano Rajoy. En el primero, el vuelco electoral es espectacular. El tradicional cortijo socialista andaluz ofrece un resultado histórico. De la mano de Javier Arenas, con un discurso nítido, líderes veteranos trabajando a pie de obra como la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, Cristóbal Montoro en Sevilla, y nuevos valores en alza, como Fátima Báñez, la diputada por Huelva que logra un triunfo sin precedentes en el «foro rojo», el PP traspasa todas las expectativas. En Cataluña, el voto era el más disputado, reñido y muy difícil. El batacazo del PSC con Carme Chacón es evidente en todas las circunscripciones. Duran Lleida logra un notable aumento de escaños, que llevará su discurso sensato al Congreso, algo de enorme importancia con la nueva composición de la Cámara, pese a la holgada mayoría de Rajoy. Y Jorge Fernández, un hombre serio, que se ha pateado su tierra, supera todos los antecedentes del PP catalán. A partir de ahora, los populares consolidan su posición. La de Alicia Sánchez-Camacho en el Parlament, Alberto Fernández en el Ayuntamiento de Barcelona, y lo será su hermano Jorge en el eje transversal Madrid-Cataluña. Los resultados andaluces y catalanes, qué duda cabe, tienen un reflejo en la política nacional. Ni las soflamas de Felipe González y Alfonso Guerra, o los «mimitos» de Chacón, han podido contentar a unos ciudadanos hartos de corrupción, ERES falsos y bandazos ideológicos sin sentido. Las grandes apuestas de Rajoy se han cumplido. En Cataluña, con toda dignidad. En Andalucía, con creces. Es la suya una victoria histórica, trabajada con rigor, en medio de enormes dificultades. Impensable, pero cierta.
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