Castilla-La Mancha
Vivo dice que de haberse pagado la deuda no habría hecho falta el ajuste
El portavoz popular exige para Murcia el mismo trato que reciben Cataluña y Andalucía.
El trato del presidente Rodríguez Zapatero hacia la Región de Murcia nunca se ha caracterizado por ser exquisito, ni tan siquiera por encontrarse dentro de los cauces de la normalidad o simplemente del mismo trato que reciben otras comunidades. El Gobierno socialista se instaló en el amiguismo desde que desembarcó en el Palación de la Moncloa y esa forma de gestionar un país no puede sino desembocar en tensiones y situaciones difíciles que propician aquello de lo que tanto acusan los socialistas al PP, es decir, crispación.
El último capítulo al respecto se vivió en nuestra tierra a cuentas con la rebaja del déficit que la Unión Europea exige a España y los gobernantes de ésta por extensión a todas las comunidades. Después del último Consejo de Política Fiscal y Financiera la vicepresidenta primera del Gobierno de la Nación y al mismo tiempo máxima responsable del Ministerio de Economía, Elena Salgado, señaló a las regiones de Murcia y Castilla-La Mancha como las que más tendrían que abrocharse el cinturón para poder llegar al límite deficitario del 2,4 por ciento. De las actuaciones que se están llevando a cabo en tierras manchegas para revertir esta delicada situación nada se sabe pero en Murcia la película está siendo bien distinta y el Ejecutivo autonómico se puso a trabajar para llegar a los índices de déficit indicados para poder emitir deuda en el presente año. Las propuestas al respecto se englobaron dentro de la Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas que se aprobó en la Asamblea Regional de Cartagena el pasado 23 de diciembre. Esta medida desató la ira sindical como nunca antes se había visto con los desbarajustes económicos y tropelías varias que ha realizado Zapatero. Las quejas y el mostrar las protestas son necesarias en democracia pero en este caso el modus operandi de los sindicatos está dejando mucho que desear.
Además, el portavoz regional del Partido Popular en la Región de Murcia, Jose Antonio Ruiz Vivo, recordó que la ley de la «discordia» no es más que la resolución a la que el Gobierno regional se ha visto obligado a llegar ante la falta de financiación a la que le está sometiendo el Ejecutivo Zapatero. En opinión de Vivo, la muestra más clara de este trato desleal es el impago de la deuda histórica que el Gobierno español tiene con Murcia y que asciende a los 4.280 millones de euros por el no reconocimiento de 400.000 habitantes de la Región. Al respecto, el portavoz regional del PP recordó que si se hubiera abonado a la Comunidad ese montante no hubiera sido necesaria ningua medida extraordinaria. En el seno de los populares murcianos no tienen en mente quedar en actitud contemplativa con este tema y por ello meditan elevar a la Asamblea Regional el asunto para que el hemiciclo se pronuncie al respecto.
Vivo afirmó que no le cabe la más mínima duda de que si la Región hubiera sido objeto del mismo trato por parte de Zapatero que otras comunidades de signo socialista como Cataluña (hasta hace poco más de un mes), Andalucía y Aragón no habría necesidad de haber tenido que recurrir a ningún recorte.
Sin embargo, la realidad muestra un horizonte bien distinto en el que los malos quedan de buenos y viceversa. Mañana se vivirá un nuevo episodio de esto que escribimos con la quinta manifestación contra las medidas de Valcárcel en menos de dos semanas, algo digno de récord.
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