El escándalo de los ERE sigue engordando

La Junta de Andalucía reconoció ayer que el escándalo de los ERE afecta ya a 146 expedientes. Lo que para Griñán y Chaves no es más que una maniobra del PP para «hurgar en la basura» constituye, en realidad, un escándalo ante el que nadie parece asumir su responsabilidad política. Que los socialistas se hayan negado hasta en cuatro ocasiones a una comisión de investigación revela hasta qué punto no quieren esclarecer quién consintió el reparto entre sus amigos del dinero de los andaluces.

El Parlamento catalán juega con fuego
La Cámara catalana declaró ayer la «autodeterminación como un derecho irrenunciable de Cataluña» y apoyó la consulta soberanista de abril en Barcelona. CiU, un partido del que se espera un ejercicio responsable y leal de gobierno, brindó sus votos a los independentistas en una fantasía que, aún carente de toda validez jurídica, alimenta juegos peligrosos.

¿Hacia un Marruecos más democrático?
Mohamed VI ha dado un paso importante y, tras las protestas populares de febrero, anunció el miércoles una reforma de la Constitución para dar más poderes al Gobierno y al Parlamento. El objetivo último sería convertirse en un monarca constitucional. Nada sería tan deseable y positivo como que el rey marroquí impulsara un cambio profundo que homologara su país a los estándares de derechos y libertades occidentales. Pero si todo queda en papel mojado, la frustración pasará factura.