«Su consumo se asocia con el buen humor»

-¿Hay distintos tipos de fibra?
-Sí, la fibra soluble y la insoluble. La soluble es capaz de absorber agua, lo que se hinche bastante en los intestinos y que gelifique de manera que provoca mayor rapidez al tracto digestivo. La insoluble no absorbe tanta agua, pero se infla bastante y da consistencia a las heces. Lo bueno es mezclarla.
-¿Dónde se encuentra?
-Las frutas y las verduras tienen fibra insoluble mientras que los cereales, el arroz integral y el salvado poseen fibra soluble. Luego hay alimentos que contienen de las dos, como la alcachofa. La avena, por ejemplo, contiene betaglucanos que son capaces de absorber el exceso de azúcar en el torrente sanguíneo. Si tomamos una cucharada de salvado de avena después de una merienda con chocolate, lo puede neutralizar como si fuera una esponjita. Además, puede absorber parte de la grasa.
-¿Por eso es tan importante para la salud y la belleza?
-Por eso y porque si no podemos desintoxicarnos diariamente yendo al baño y eliminando los desechos que consumimos, se nos refleja en la piel y en el brillo de los ojos. No hay ningún cosmético ni tratamiento estético que no empiece por la seguridad de que estemos siempre limpios por dentro. Desintoxicados y depurados tanto en el hígado como en los intestinos. Desde el punto de vista de la salud evita cánceres de colon, divertículos, hemorroides, diabetes, enfermedades venosas…
-¿Influye en el carácter?
-La fibra es un asociado del buen humor. En los intestinos segregamos hasta el 80 por ciento de la serotonina, que es un neurotransmisor que se asocia a la estabilidad y el buen humor.