Finlandia
Merkel retrasa la aprobación de la ayuda a la banca española
BRUSELAS / MADRID- Siempre son los mismos. Si primero fueron las reticencias de Finlandia y Holanda quienes arrojaron incertidumbre sobre los resultados de la Cumbre de Bruselas, ahora le toca el turno a Alemania de poner en cuestión la rapidez de la ayuda prometida para la banca española y agitar con ello las dudas de los mercados y la prima de riesgo.
El Gobierno alemán manifestó ayer a través de un portavoz oficial que la aprobación del préstamo para la recapitalización del sector financiero español podría no producirse cuando estaba previsto, durante la reunión del Eurogrupo del próximo 9 de julio.
La troika tiene la llave
El portavoz del Ministerio germano de Finanzas, Martin Kotthaus, señaló que los ministros de la zona euro, que se reúnen el lunes en Bruselas, «no pueden adoptar una decisión» definitiva sobre los hasta 100.000 millones ofrecidos al Gobierno sin el documento técnico de los expertos de la troika (BCE, CE y FMI).
Sólo después del informe podrán comenzar los trabajos de redacción del memorando de entendimiento, que fijará las condiciones del préstamo tales como tipos de interés y vencimientos, y las condiciones para el sector financiero y la supervisión bancaria en su conjunto. «Sin informe, sin programa, no podemos tomar una decisión», reiteró Kotthaus.
Además, el portavoz del Ministerio de Finanzas explicó que el Bundestag (Cámara Baja alemana) tiene que «ser consultado» sobre este aspecto, con lo que no quiso aventurarse a decir «cómo de rápido» se podrá tomar la decisión y ni siquiera confirmó que el documento estará listo para la próxima reunión del 20 de julio.
Como en otras ocasiones, la CE tuvo que salir al paso de los rumores alimentados por estas declaraciones y resaltó que sí está previsto un «acuerdo político» en el Eurogrupo del lunes sobre los términos y las condiciones del préstamo para España. El anuncio germano elevó progresivamente la rentabilidad del bono español a diez años desde el mínimo de la sesión (6,175%) hasta el máximo, que se alcanzó al cierre (6,41%). La prima de riesgo de España se disparó hasta los 495,7 puntos básicos.
El portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Simon O'Connor, dijo que estará listo un «borrador» de memorando, pues la misión de los técnicos de la CE, que evalúa en Madrid las necesidades de la banca española, «está en curso, trabajando intensamente y está yendo bien», aunque aún faltan los resultados de la evaluación pormenorizada de las carteras crediticias de la banca que el Gobierno encargó a Deloitte, PWC, Ernst & Young y KPMG y que se conocerá a finales de julio.
Lo que parece en todo caso prematuro es especular sobre si los países que ya han recibido ayudas –Irlanda, Grecia y Portugal– podrán disponer retroactivamente del dinero para inyectarlo directamente a la banca desde el fondo de rescate, sin que impacte en su deuda.
El planteamiento de la oficina estadística, Eurostat, es que tanto el préstamo a través de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera como sus intereses se anotarían como deuda estatal y déficit público, respectivamente, en un primer momento, pero una vez entrase en vigor el Mecanismo Permanente de Estabilidad (MEDE) se eliminarían del cómputo estatal.
Alemania vuelve a decir «no» a la creación de eurobonos
«No» y mil veces «no». Dirigente alemán al que se le pregunte por los eurobonos, dirigente que repudia su creación. El último ha sido el número dos del Ministerio alemán de Finanzas, Steffen Kampeter, quien rechazó ayer tajantemente basar la estrategia de salida de la crisis en Europa en la «comunitarización de la deuda europea» a través de los denominados eurobonos por mucho que así lo exijan los mercados. En los cursos del Campus FAES de Navacerrada (Madrid), Kampeter advirtió de que la eurozona no tiene por qué convertirse «en brazo ejecutor de los mercados» y recomendó «escuchar con espíritu crítico» a los capitalistas anglosajones que aconsejan comunitarizar la deuda europea pues, en su opinión, se trata tan sólo de un «debate propugnado por el mercado de capitales que pretende desviar la atención» sobre lo que en realidad tiene que hacer la UE.
Horas antes en el mismo curso, el jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, había defendido la creación de un Fondo Monetario Europeo que emita en un primer momento obligaciones conjuntas mancomunadas, que deberían convertirse en una fase posterior en bonos realmente solidarios. Para el ministro español, ésta es una de las señales que Europa debe enviar a los inversores para que dejen de dudar de la voluntad de los países del euro de seguir juntos.
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