«Agosto no salva a una empresa»

El inicio de año fue duro y desesperanzador para el sector turístico. Marcado por la crisis económica, que ya obligó a bajar precios el pasado año, el sector turístico tembló ante las consecuencias de la fuerte nevada que azotó Cataluña cuando el invierno llegaba a su fin, el cierre de parte del espacio aéreo por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla en mayo, y el conflicto entre el Gobierno y los controladores aéreos. Pero agosto llegó y mejoró los datos de ocupación.

Tanto la Costa Brava como la Costa Daurada están en condiciones de valorar «muy positivamente» el mes que mañana acaba en los tiempos que corren. La ocupación hotelera en el litoral calatán han superado el 90 por ciento. Además, las últimas cifras del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio apuntan a una reactivación del turismo extranjero, sobre todo en Cataluña, que recibió en julio un 12,4 por ciento más de visitas.

Nuevo ajuste de precios
Sin embargo, 2010 no ha sido un buen año, y, tal y como apunta el gerente del grupo Costa Brava Centro, Martí Sabrià, «agosto no salva a una empresa». Y menos cuando los establecimientos han tenido que volver a ajustar sus precios como reclamo.

En poblaciones costeras como Llafranc, las habitaciones bajaron de precio entre un 10 y 20 por ciento. «Las empresas son familiares y no trabajan sólo en temporada alta», señala Sabrià. Mientras, en la Costa Daurada se han hecho «ofertas muy agresivas» para lograr una ocupación en agosto «excelente», del 94 por ciento, según las primeras estimaciones del vicepresidente de la asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, Joan Antoni Padró. Pero lo meses anteriores no fueron tan buenos.

Estos datos contrastan con los recogidos por el Gobierno, que indican que los hoteles catalanes han subido el precio de las estancias un 2,3 por ciento. Al respecto, Sabrià comenta que « se ha de ver segmento por segmento» porque no es lo mismo Lloret que Barcelona y Salou. «No va a ser una temporada buena económicamente», sentencia Padró. En la Costa Daurada, los hoteleros se han visto obligados a hacer descuentos del 25 por ciento u «obsequios» como que «los niños no pagan».

Además, no sólo se han bajado los precios de las habitaciones, sino que el gasto por persona ha descendido. «Los clientes ya no piden para cenar un vino de 36 euros», como apunta Sabrià.

¿Y de cara al verano que viene? Aguantar el tipo, mantener ofertas y velar por la calidad del servicio con la expectativa de que la situación remontará.


¿Más turistas extranjeros en la costa? Depende de la zona
- El Gobierno señala un aumento de turistas extranjeros en comparación con el verano anterior, sobre todo en Cataluña, pero es necesario matizar tal afirmación.
- En la Costa Daurada este año han despuntado las visitas de turistas de origen ruso, mientras los británicos y franceses seguían escogiendo esta zona de Cataluña para pasar unos días de sol y playa pero en menor medida. En cualquier caso, señalan desde la asociación hotelera Cambrils-Salou-La Pineda, los veraneantes son sobre todo catalanes y españoles.
- Tras el final del Mundial de Fútbol y algo más tarde de lo habitual, la Costa Brava vio desembarcar a los holandeses para pasar unos días de descanso en Cataluña. No obstante, el turista francés sigue siendo el más fiel a un territorio que no le queda tan lejos de casa y al que puede llegar en coche. Por otro lado, en esta zona del litoral veranean muchos catalanes en sus segundas residencias, una costumbre que acerca año tras año el «turismo de amigos».