Pierre Cardin: «Fui a París para ser actor y acabé en una casa de costura»

Barcelona- Pierre Cardin, el excéntrico vanguardista que soñó con «abrir una tienda en la luna», diseñó el interior de un avión y propietario de los restaurantes Maxim's, no desfallece. Polifacético, encantador y verborréico, el diseñador de 89 años, dio ayer una lección magistral de cómo la pasión por las artes no tiene fecha de caducidad.

Tras pasar seis décadas al frente de su marca y atesorar más de 800 licencias, Cardin ofreció una conferencia en la UB para regalar vivencias en su faceta más desconocida, la de gestor cultural de su propio espacio cerca de la parisina plaza de la Concorde, el Espace Cardin, en activo desde 1971. «Siempre quise ser actor o bailarín, me fui a París para conseguirlo, pero acabé trabajando en una casa de costura, Paquin, con 1.200 empleados», declaró el italiano. Después saltó a Dior, y sólo tres años después fundó su propia casa. Su éxito le llevó a poder desarrollar su «gran pasión» por las artes escénicas en su propio espacio, un enclave bohemio y progresista, por el que pasaron estrellas como Marlene Dietrich, Alice Cooper o Marcel Marceau.

Aunque toda su atención se vuelca ahora en la construcción del Palais Lumière, Cardin exhibió con orgullo sus vivencias. «Soy el Marco Polo moderno, he viajado por todo el mundo y he conocido a gente excepcional». Echando la vista atrás, tan sólo parece arrepentirse de una cosa: su devoción por el comunismo. «Lo traté en mis colecciones como un movimiento igualitario, pero al viajar a China y Rusia me decepcionó muchísimo. Esperaba encontrarme el paraíso y encontré hambre y pobreza, fue mi gran desilusión».
Cardin cerrará hoy la Pasarela 080 con un desfile honorífico. La moda seguirá activa hasta mañana con la feria The Brandery.