Bundes Liga
Klopp el arquitecto de los éxitos del Dortmund
Los éxitos recientes del Borussia Dortmund -dos títulos ligueros y una Copa de Alemania en las últimas dos temporadas- están asociados inevitablemente al nombre de Jürgen Klopp, uno de esos jóvenes entrenadores alemanes caracterizados por un trabajo casi científico para preparar cada partido.
Curiosamente, al igual que otros técnicos con características similares, como Jürgen Klinsmann o Joachim Löw, Klopp procede del suroeste alemán (nació en Stuttgart, en 1967).
Sin embargo, su carrera futbolística ha estado centrada más al norte, primero en el Maguncia 05, donde hizo prácticamente toda su carrera como jugador, sin subir nunca de la Segunda división, y comenzó su vida de entrenador. Y desde 2008 está en el Borussia Dortmund.
Klopp lleva su obsesión por el análisis de situaciones individuales al extremo de utilizar el vídeo no sólo en la preparación previa a un partido sino también en los intermedios de los compromisos, con el propósito de corregir errores propios o detectar problemas del rival que pueden ser explotados.
En la banda se ve otra faceta de su personalidad, altamente emocional y extrovertida, que, según como se desarrolle el partido, se refleja en expresiones de júbilo o de desesperación o, en ocasiones, en continuas conversaciones con el cuarto árbitro o con el entrenador del equipo rival.
Con el Dortmund, en la primera ronda del torneo alemán de la temporada 2010/2011, tuvo el mejor comienzo de la historia de la Bundesliga con 14 victorias, un empate y dos derrotas.
Ese arranque excepcional fue la base para que al final de la temporada el Dortmund se convirtiera en el campeón más joven de la historia. El promedio de edad de la totalidad de los jugadores utilizados fue de 24,2 años pero en gran parte de los partidos el promedio estuvo incluso por debajo de los 23 años.
En su primera temporada al frente del equipo, el Dortmund fue sexto, quedándose por poco por fuera de las competiciones europeas. En la segunda llevó al equipo a la Liga Europa y en la tercera, contra todo pronóstico, lo convirtió en campeón. En la cuarta logró el doblete.
La apuesta de Klopp por un grupo de jugadores jóvenes fue vista, en la temporada del primer título, con cierto escepticismo por muchos, sobre todo después de que en la primera jornada el Dortmund perdiera por 2-0 ante el Bayer Leverkusen.
Con el paso de los partidos, sin embargo, fueron llegando los éxitos del Dortmund y la falta de experiencia dejó de ser un argumento.
Tras el título, muchos creyeron que en la siguiente temporada habría un bajón. La marcha de Nuri Sahin al Real Madrid era un argumento más para los agoreros. Klopp, sin embargo, tras un comienzo con algunos problemas, logró reinventar al Dortmund.
Al final, la campaña fue todavía mejor que la anterior, hasta tal punto que, después de la final de la Copa de Alemania ante el Bayern en el Estadio Olímpico de Berlín, Karl Heinz Rummenigge reconoció que en ese momento había un equipo en la Bundesliga que estaba por encima de los bávaros.
Esta temporada las cosas no marchan tan bien -el Dortmund acaba de perder el derbi en casa ante el Schalke y la ventaja que lleva el Bayern ya es de doce puntos- pero Klopp ha recordado que su equipo ha mostrado en el pasado capacidad para evolucionar y transformarse.
En las temporadas anteriores, la asignatura pendiente fue Europa. En esta, las cosas parecen marchar mejor en el escenario europeo tras haber arrancado en la Liga de Campeones con una victoria ante el Ajax y un desafortunado empate a domicilio ante el Manchester City, en un partido en el que el Dortmund fue claramente superior.
Contra el Schalke, Klopp intentó un experimento fallido con una defensa de tres. Ante el equipo blanco, muy probablemente volverá a su habitual 4-5-1 y la preparación estará centrada sin duda en corregir todo aquello que en el último partido no se hizo bien.
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