San José
San Mamés: fiesta por partida doble (6-2)
El Athletic, a la final y el Mirandés, a la historia. Los de Marcelo Bielsa resolvieron en la primera parte
La página épica que ha escrito el Mirandés en la Copa se cerró, como estaba previsto después del resultado de Anduva, con un emotivo epílogo en San Mamés, el estadio copero por excelencia. Desde el ramo de flores depositado en el monumento a Pichichi por el capitán del conjunto burgalés hasta la ovación que se llevaron Pouso y los suyos cuando saltaron al campo al final del encuentro. Y es que del Mirandés ya somos todos, excepto, y en su derecho están, los miles de aficionados del Athletic que ya preparan su viaje a Madrid, dispuestos a vivir la final por todo lo grande.
Lo de ayer fue un aperitivo, un ensayo en el que Bielsa colocó a los actores principales –no hubo ninguna concesión– para que la obra que comenzó a cimentarse hace siete días en Miranda con los goles de Llorente concluyese ayer según el guión trazado. Y allí estaban los Muniain, Herrera, Amorebieta y De Marcos para acompañar a su gigantón delantero para derribar los molinos de Pouso, representados por el bancario Pablo Infante, Nauzet, Caneda – el único que ha jugado en Primera– y demás elementos de la compañía mirandesa. Esa compañía que, apoyada por cerca de mil gargantas, trató de hacer las cosas bien, pero que tuvo que rendirse ante la profesionalidad del enemigo-amigo que tenía enfrente.
Los más feo del partido fue la camiseta que se inventó Pouso para tan magno acontecimiento. Quería que se pareciese a la del Borussia de Dortmund, pero no cuajó y tampoco sus chicos fueron alemanes fuertotes y con técnica. Infante todavía no es Sahin, la estrella que emigró al Real Madrid desde Dortmund, aunque se lesiona bastante menos y siempre está disponible pese a sus madrugones bancarios.
Fiesta y fútbol. Para todos, menos para un tal Bielsa, que ha logrado que el Athletic sea un equipo muy serio, muy trabajado, con la ideas claras y los fundamentos del argentino asimilados. Parece que el que dé un patadón –salvo en caso de necesidad extrema– vaya a ser multado. Todo se juega al toque, con desplazamientos correctos y con un papel importante en dos nuevos valores, Iturraspe y De Marcos. Y con Javi Martínez reconvertido en un central que puede con todo.
Once minutos tardó el Athletic en desperezarse. Antes, el Mirandés tuvo la pelota, pero cuando Muniain encontró muchos espacios para abrir el marcador el fútbol volvió a la cruda realidad. A la que marcan las grandes diferencias entre lo profesional y lo semiprofesional. Susaeta hizo el segundo tres minutos más tarde y ya nadie –en esta España con capital en Miranda– creyó en el milagro. Los guerreros de Pouso estaban quemando sus últimos gramos de gloria, aunque el recuerdo y la estadística perdurarán para siempre. Aurtenetxe, de cabeza, hizo el tercero y en Bilbao comenzaron a buscar hoteles para la final de Madrid, aunque los más previsores ya los habían reservado hace días.
La gesta del Mirandés ahí queda. Sobresaliente para Pouso y su muchachada desde el respeto y el cariño. Y también un diez para este Athletic al que Bielsa le ha dotado de una gran personalidad y lo ha llenado de virtudes futbolísticas. El técnico argentino podrá presumir de que llevó al histórico club a su final copera número 36. Hace tres años –en 2009– con Caparrós en el banquillo sucumbió en Mestalla ante un Barça bestial. Esta noche conocerá su rival y cualquiera que sea ya puede pensar que el Athletic no le va a regalar nada.
Otro que pasará al libro de oro es Aitor Blanco por sus goles en La Catedral. Fue en la segunda parte cuando el Mirandés le perdió el miedo al partido y se soltó. Respondió Llorente con dos tantos y San Mamés rugió al grito de «nos vamos a Madrid». Los de Pouso se fueron a Miranda con la cabeza muy alta. La goleada que encajaron no desmerece.
Una afición de primera
Las aficiones del Athletic y el Mirandés son hermanas y ayer lo volvieron a demostrar. Acabó el partido y los 22 jugadores se abrazaron en el césped. También en las gradas hubo buen rollo. «Athletic, Athletic», cantó todo el estadio. Y después: «Mirandés, Mirandés», gritaron vascos y burgaleses. Los seguidores rojiblancos entonaron el «sí, sí, sí, nos vamos a Madrid». La final parece que se jugará en el Calderón. «Esto que pasa en San Mamés se vive en muy pocos sitios», afirmó Fernando Llorente, emocionado como todo su equipo de volver a la final.También el Mirandés sacó pecho. «No es el final soñado, pero es bonito lo que hemos conseguido, un cuento de hadas», afirmó Pouso.
- Ficha técnica:
6 - Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe (San José, min.58), De Marcos, Herrera (Íñigo Pérez, min.74); Susaeta, Llorente y Muniain (David López, min.77).
2 - CD Mirandés: Nauzet; Garmendia, César Caneda, Aitor Blanco, Raúl García; Mujika, Iribas (Borrell, min.55), Martins (Garro, min.68), Pablo Infante; Alain (Muneta, min.46) y Lambarri.
Goles: 1-0, min.11: Muniain. 2-0, min.14: Susaeta. 3-0, min.22: Aurtenetxe. 3-1, min.57: Aitor Blanco. 4-1, min.71: Llorente. 5-1, min.75: Llorente. 6-1, min.86: Aitor Blanco. 6-2, min.88: César Caneda, en propia puerta.
Árbitro: Undiano Mallenco (Navarro). Mostró tarjeta amarilla al local Amorebieta y al visitante Iribas.
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey, disputado en San Mamés ante unos 40.000 espectadores. Entre ellos, cerca de un millar de animosos seguidores visitantes. En los instantes previos al partido, el capitán del Mirandés, Pablo Infante, realizó la tradicional ofrenda floral que llevan a cabo todos los equipos que se miden por primera vez en 'La Catedral' al primer equipo del Athletic Club.
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