Grecia
Tres semanas: todo o nada por Daniel Pingarrón
El movimiento que tuvimos ayer en los mercados fue simétrico al del lunes pasado, tras conocer que la banca española podría recapitalizarse con fondos europeos. Las importantes subidas iniciales en las bolsas –celebrando el resultado de las elecciones en Grecia–, y la mejora en la prima de riesgo, fueron evolucionando hacia un escenario diametralmente opuesto, dejando un recorrido entre los máximos y los mínimos del Ibex superior al 5%, y de 50 puntos en la prima de riesgo, que llevaron a los bonos a 10 años al 7,15%, un máximo histórico difícilmente soportable. Las razones que provocaron el castigo ayer (nuevamente, mayor para los activos españoles que para los italianos) fueron diversas:
- Pese a que los dos partidos tradicionales griegos, comprometidos con el rescate del país, suman una holgada mayoría, existen dudas sobre la formación de un Gobierno sólido de coalición en Grecia entre Nueva Democracia y PASOK , después de que este último exigiese incluir a Syriza en las negociaciones.
- Los planes de contingencia a nivel mundial si el resultado de las elecciones en Grecia hubiese sido distinto se van a posponer, en el mejor de los casos.
- Los datos de morosidad de la banca española – que alcanzó el 8,72% en abril, nivel máximo desde 1994– y la evolución del crédito y los depósitos han vuelto a incrementar las dudas sobre el rescate bancario, especialmente, sobre la cuantía de éste y el impacto que tendrá en las finanzas públicas, considerando la debilidad de los bancos para devolver las ayudas que reciban.
- Tampoco ha contribuido a mejorar el clima el caso omiso que el Gobierno español ha hecho a las recomendaciones del FMI de la pasada semana, y la aparente inacción a este respecto.
- Pero, principalmente, el problema es global. Los mercados, hastiados de soluciones parciales y temporales, han adoptado una posición maximalista, y exigen un plan completo de viabilidad del euro que pase por un cambio sustancial en el enfoque de la crisis de deuda y de la recesión que sufrimos.
Las tres próximas semanas serán decisivas. De momento, la línea de crédito concedida a la banca española por Europa y los resultados de las elecciones en Grecia son factores indudablemente positivos, pero manifiestamente insuficientes. En la cumbre del G-20 continuarán las presiones hacia Merkel. El próximo miércoles, la FED tendrá la oportunidad de anunciar su nueva política monetaria.
La próxima semana será el turno de los políticos europeos, cuyas decisiones o indecisiones serán ratificadas por el BCE en la primera semana de julio. La deuda española no resistirá la ausencia de medidas de calado durante las próximas tres semanas.
Daniel Pingarrón
Estratega de Mercados de IG Markets
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