Nueva York
Rusia y China en sus trece en la ONU
Ambos países vetan por tercera vez una resolución contra el régimen sirio
NUEVA YORK- Si una imagen vale más que mil palabras, las risas ayer en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del embajador ruso, Vitaly Churkin, con el representante de China, Li Baodong, adelantaron las posturas de sus respectivas capitales ante la votación de la resolución sobre Siria, presentada por EE UU, Reino Unido y Portugal. Para completar la escena, al otro lado del Consejo se vio al diplomático británico Mark Lyall Grant con un semblante serio mientras escuchaba lo que la embajadora de EE UU, Susan Rice, le indicaba.
Todos podían sin equivocarse adelantar lo que ocurrió después: tercer veto de Rusia y China a la resolución contra el régimen de Asad mientras en Siria continúan los bombardeos. A esto, hay que añadir la cifra de alrededor de 15.000 muertos. Churkin adelantó el veto a los periodistas antes incluso de la votación. A la salida de la misma, el ruso no ocultó que todos los miembros occidentales del Consejo «sabían que se iba a vetar. No se puede admitir una resolución bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas que incluya el uso de la fuerza (en caso de incumplimiento)», se justificó Churkin ante los periodistas.
Mientras, Li Baodong acusó a los países occidentales de perseguir una solución «rígida y arrogante» sin tener en cuenta la contribución de China en la elaboración del borrador. De esta forma, Néstor Osorio, el embajador de Colombia, que preside este mes el Consejo de Seguridad, anotó el bloqueo de la resolución con once votos a favor, dos abstenciones de Suráfrica y Pakistán y dos en contra de China y Rusia.
Concluida la sesión, Rice reconoció que «los dos primeros bloqueos fueron destructivos. Pero éste es peligroso y deplorable». Este veto, que pone de manifiesto la incapacidad de la ONU para resolver crisis internacionales, deja en el limbo el futuro de los 300 observadores de la misión en Siria, cuyo mandato expira hoy. De ahí que el representante británico presentara una propuesta de resolución para extender la misión 30 días que, al cierre de esta edición, aún no había sido votada. También representa un duro golpe a los esfuerzos del ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, enviado a Siria de la Liga Árabe y Naciones Unidas, y su plan de paz, ninguneado en diferentes ocasiones por el régimen de Asad.
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