Investigación científica
Stop a los test con animales
Las asociaciones presionan para frenar la experimentación
MADRID-Desde el año 2004 está prohibido en la Unión Europea evaluar productos cosméticos y de higiene en animales. No así los ingredientes que pudieran suponer un riesgo para la salud. Acabar con la experimentación total en seres vivos es algo que vienen reclamando las organizaciones en defensa de los derechos de los animales desde hace ya mucho tiempo. El temor: que en marzo de 2013 pudiera no entrar en vigor la directiva sobre cosméticos en la Unión Europea (UE), porque para esa fecha no habrá disponibilidad total de métodos alternativos validados.
«Estamos dentro de Coalición Europea para el Fin de los Experimentos con Animales, organización desde la que se están recogiendo firmas contra estos test. Ya hemos mandado 250.000 firmas al Parlamento Europeo. Me parece lamentable que después de 20 años se vaya a seguir posponiendo el fin de experimentos con animales por los intereses de unos y de otros. Y no sólo de firmas cosméticas, como Procter &Gamble, que, aunque no es la única, quizá es la más visible por ser de las multinacionales más grandes, sino que detrás hay suministradores industriales de animales que les interesa que esto siga. Resulta vergonzoso que la Unión Europea lleve posponiendo y pueda volver a posponer el fin definitivo de estos experimentos por los lobbys», afirmó ayer Carmen Méndez, presidenta de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales.
Méndez va más allá. Y, además de denunciar el sufrimiento de los animales durante los diferentes ensayos a los que se les somete, aseguró que «estas pruebas denotan que se están utilizando ingredientes arriesgados para productos de cosmética e higiene. Incluso aunque los evalúen en animales, en el caso de una crema, por ejemplo, no sabrás si te va a dar o no una reacción alérgica hasta que el consumidor no la prueba en su piel. Siempre existe ese riesgo por muchas pruebas que hagan con los animales».
En este sentido, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explicaron que «no apoyamos la experimentación con animales, salvo como un mal menor. Es decir, para que en el mercado haya productos sin riesgo (ya sean cosméticos, medicamentos, limpiadores, etcétera) se pueden realizar simulaciones en ordenador u otro tipo de pruebas. Sólo en el caso de que no hubiera otra opción, entenderíamos esos test, ya que debe primar siempre y sobre todas las cosas la seguridad del ser humano».
Y ésa es la clave. Ya hay más de 10.000 ingredientes testados para cosmética que no requerirían nuevos ensayos. Y es que en esta senda para poner cerco a la experimentación con animales se han olvidado en la práctica de una de las R más importante: reducir. El problema: el secreto industrial. «En Eurogroup for Animals, entidad con la que trabajamos, hemos calculado que se puede reducir en un 29 por ciento el número de animales en experimentación de todo tipo con un esquema apropiado, ágil y público en el que prime la cooperación entre las empresas frente al secreto industrial», manifestó Alberto Díez, portavoz de la Asociación para la Defensa del Derecho Animal (ADDA).
Búsqueda de alternativas
El portavoz de ADDA recordó que, «aunque ste sector en el que más se ha avanzado en la búsqueda de alternativas, los ensayos en animales se tenían que haber prohibido en 2004». Aunque Díez es positivo respecto al fin de la experimentación con animales. «Más tarde o más temprano se prohibirá en la Unión Europea. El problema es cómo se va a evitar la importación de cosméticos en la UE testados, el producto final o los ingredientes en animales. Conllevará un importante esfuerzo en aduanas, díficil de conseguir». Asimismo, Alberto Díez añadió la dificultad para saber hoy que «una empresa no adquiere a un tercero un ingrediente testado en animales».
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