Pértiga / Isinbayeba del oro al bronce

LONDRES- Yelena Isinbayeba luce un moreno en ella poco habitual, no es un color sospechoso, aunque dé una imagen playera lejos de la alta competición. La plusmarquista rusa no pasó del 4.70, pero le valió el bronce. Hizo un nulo con 4.55, saltó al 4.65, bien; dos nulos en el 4.75 y el tercero, en 4.80. La reina de la pértiga y de Pekín quedó a 36 centímetros de su marca y fue destronada en Londres por la estadounidense Jennifer Shur, oro con 4.75, como la cubana Yarisley Silva, plata por un nulo más.
No siempre los mejores son los primeros; a veces, a estos dioses los pies se les vuelven barro y tiemblan como mortales, frágiles, perecederos. Desconfían de sus fuerzas, de sus virtudes, de los dones que recibieron y los asaltan dudas existenciales y hasta metafísicas. Le sucedió a Sergei Bubka, un ganador implacable, campeón olímpico en Seúl 88 e incapaz de ejecutar un salto correcto en Barcelona 92; acumuló tres nulos. Fue la decepción de aquellos Juegos. Después de 35 plusmarcas y un insuperable 6.14, colgó la pértiga, empujado por las lesiones. Isinbayeba, la sucesora, sufrió en 2011una desazón tan insoportable que se lo tomó sabático, después de acumular 28 plusmarcas, de ser campeona olímpica en Atenas y en Pekín (5.05) y de situar el listón en 5.06.
Recibió el Príncipe de Asturias de los Deportes en 2009, sin que su derrota en el Mundial de Berlín influyera en la decisión del jurado. Entró en barrena, a pesar de que su entrenador de entonces, Vasili Petrov, que lo fue de Bubka, intentara reanimarla convenciéndola de que podía saltar 5.15 o 5.20... En 2012 ha vuelto a ponerse en manos de Trofimov, su primer técnico; el pasado 23 de febrero voló sobre 5.01; hace dos semanas, en Montecarlo, hizo tres nulos, mal presagio; anoche, en Londres no pasó del 4.70. Shur y Silva sólo fueron 5 centímetros mejores. Yelena no es Isinbayeba.