PSOE reserva vallas electorales para noviembre y marzo

valencia- El PSOE está precalentando motores, como si de un motor diésel se tratara, para afrontar una campaña electoral que puede ser casi inmediata. El adelanto electoral aún no está decidido, pero es más que posible, lo cual se desprende de la reserva que la organización federal habría hecho de vallas publicitarias para colocar sus carteles electorales en diversas capitales de España, y que tiene fecha de noviembre de 2011 y marzo de 2012, y que LA RAZÓN ha sabido de dirigentes de esta formación.
No es la primera vez que una partido reserva espacios publicitarios ante una posible campaña electoral, antes incluso de que esta se convoque, pero hay puntos especiales en las ciudades que se disputan las organizaciones políticas y que suelen ser reservados con meses de antelación. Que el PSOE se adelante tanto no sería nada raro si no pusiera dos fechas como posibles para el uso de las vallas, coincidiendo con la posibilidad de un adelanto electoral.
Por otra parte, y quizá para apuntalar aún más la teoría de un adelanto electoral, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, y el propio director gerente del partido, Xoan Cornide, remitieron con fecha 14 de junio un comunicado a los secretarios de Organización de las diversas agrupaciones socialistas de toda España anunciando el cobro de una cuota extraordinaria de doce euros a todos los militantes y que se hará efectiva a partir del mes de julio.
El PSOE hace así caja para afrontar gastos extraordinarios que una campaña electoral , adelantada o no, supone.
Sabedores de que el pago de la cuota no siempre cae bien en el partido obrero, Iglesias hace hincapié en que se trata «de un euro al mes», y explica que el hecho de no haber partido esta derrama extraordinaria en dos cobros en marzo y septiembre se debe «a los elevados costes de una emisión de recibos».
No se descarta que la emisión de la cuota extraordinaria conlleve nuevas bajas en el censo, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
Iglesias y Cornide se despiden con un «saludo socialista».