El PSC se conforma con sancionar a Maragall y le quiere dentro del partido

BARCELONA- El PSC quiere pasar página en la crisis con Ernest Maragall, asunto llamado a ser uno de los culebrones del verano que no beneficia para nada a un partido que no remonta en las encuestas pese a que los recortes podrían pasar factura a la CiU de Artur Mas. Después de una semana dura de declaraciones, contradeclaraciones y movimientos que evidencian que hay división de opiniones, el secretario de organización, Daniel Fernández, intentó ayer zanjar el tema, al menos hasta que se reúnan a finales de agosto o en septiembre.
Fernández explicó que «al diputado Ernest Maragall se le ha aplicado el reglamento de los diputados en el Parlament», es decir, el partido le ha multado por apoyar a CiU en el pacto fiscal como ya ocurrió cuando en abril apoyó una iniciativa de ICV contra Eurovegas. Entonces, fue multado con 120 euros.
El secretario de organización explicó que hasta la reunión «no habrá novedades». En cualquier caso, quiso puntualizar que en la carta que le envió al ex conseller se le invitaba a dejar su acta de diputado en el Parlament, pero «en ningún momento la dirección ha pedido a nadie que deje el partido por expresar una opinión diferente», aseguró a Rac 1.
La dirección no quiere que esta crisis se zanje con la visión externa de un partido cerrado. «El PSC es amplio y plural, y sobre muchos temas hay diferencias, las mismas que hay en la sociedad catalana, pero estamos en una fase de renovación en la que no queremos que salga nadie del partido sino que entre gente nueva», añadió el secretario de organización.
Pero la crisis de Maragall llega como agua de mayo en los sectores que avivan el debate. Para el alcalde de Lleida, Àngel Ros, el problema es que «falta sintonía» entre la dirección del PSC y el grupo parlamentario debido a la «poca presencia de miembros de la nueva ejecutiva» en el Parlament. Ninguno de los siete alcaldes que hay en el secretariado es diputado porque «cuando se hicieron las últimas listas se optó porque los alcaldes no fuésemos», denunció.