Teófila Martínez: «Que ni se les pase por la cabeza parar las obras»

SEVILLA- En el aire. Así se encuentran las obras del segundo puente que cruzará la bahía de Cádiz, la principal aportación del Gobierno central a la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, que celebrará la capital gaditana dentro de dos años. El puente de La Pepa, una obra faraónica que cruzará el mar cinco kilómetros y que tiene un presupuesto de más de 300 millones de euros, tiene un futuro incierto tras el cese de su construcción. Tras más de dos años de obras en los que se ha trabajado a destajo, hasta de noche, todo se ha cortado de cuajo después de que el Ministerio de Fomento adeude a Dragados, la empresa adjudicataria de las obras, más de 12 millones de euros. Dos meses llevan sin cobrar y ese tiempo les ha bastado para dejar en suspenso la mayor obra de infraestructura de Andalucía, el viaducto más elevado de Europa y el sueño de los ciudadanos gaditanos. Una herramienta clave para que la ciudad salga de un aislamiento claro, debido a las peculiaridades de su geografía, que permitirá el paso de 30.000 vehículos diarios y será la alternativa al actual viaducto. El Ministerio de Fomento mantiene que los trabajos seguirán, pero el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, ya ha adelantado que puede sufrir alguna «ralentización». Unas palabras que no quieren ni oír en el Ayuntamiento gaditano. Parar ahora, cuando ya se ha construido el 54%. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, confía en que los plazos se cumplan. Debe estar finalizado en octubre del año que viene, porque «sería muy grave que una infraestructura tan necesaria sufriera algún retraso. Hemos luchado durante mucho tiempo para que ese puente simbolice la recuperación de Cádiz y su bahía. Necesitamos el AVE y el puente». Hasta finales de este mes, Fomento no decidirá qué obras se paralizan debido a los recortes presupuestarios, que le permitirán ahorrar unos 3.600 millones de euros, pero Martínez ya ha lanzado su advertencia, en declaraciones a LA RAZÓN: «No se pueden frenar unas infraestructuras que están a punto de acabarse». Es más, con las fechas sobre la mesa, la regidora recuerda que este proyecto, que se inició bajo el mandato de José María Aznar cuando Francisco Álvarez Cascos estaba al frente de la cartera de Fomento, ya se paralizó debido a que «Magdalena Álvarez lo retrasó cuando estaba finalizado para darle su impronta». José Blanco, ministro de Fomento, anunció durante su última visita a las obras, en agosto de 2009, que la ciudad estará unida a Sevilla por AVE en 55 minutos «en 2012, pese a las dificultades económicas». Ahora, no existen estas certezas, pero la alcaldesa popular defiende que «hay otras obras en el territorio español que todavía no se han iniciado y que pueden asumir un retraso de un año, pero no ésta». Espera «que ni se les pase por la cabeza paralizarlas». Lo peor es que se vuelva a repetir la historia y tanto el puente como la alta velocidad se pospongan otra vez.