Granada
Barça espeso por Enrique Lacalle
Ochenta y siete minutos tardó el Barcelona en doblegar al Granada, que estuvo a punto de aguarle la noche. Rendimiento mediocre de los azulgrana, al que contribuyó Toño, un buen portero que tuvo su noche con ocho paradas de mérito. Hasta que Xavi, desde la frontal del área, soltó un trallazo que conectó con la base del larguero y entró al bajar. Era el minuto 87. El Camp Nou respiró por fin. Valdés fue fundamental, pues puso una mano mágica a Orellana diez minutos antes de acabar el partido. Hay que felicitar a Anquela, que situó sobre el campo al Granada muy ordenado en defensa, por lo que podía haber salido vivo del Camp Nou, lo que no hubiera extrañado a nadie.
Tenemos que acostumbrarnos a que los contrarios hayan aprendido cuál es la única forma de hacer frente al Barça: no dejarle hacer su juego. Y si encima ese día Messi está espeso, puede pasar de todo. Lo que está claro es que el Barça necesita más velocidad y sólo la consiguió cuando Xavi entró en el campo. Lo positivo, 15 puntos de 15 posibles, séptima vez que ocurre en la historia azulgrana en la Liga, y más presión para el Real Madrid. Pero hay que hacer una reflexión general: la «Champions» fue un aviso y ante el Granada llegó el segundo.
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