Las agencias metemiedos por José Clemente

Hay que ver lo que saben estas agencias de calificación que nos andan tomando el pulso cada día nuestro que pasa. Por saber, llegan hasta fijar el día exacto en el que nos moriremos, nos tocará la lotería o nos abandonará la parienta. Son unas auténticas lumbreras. Se echan cuatro papeles a la cara durante la hora del desayuno y, en cuanto regresan a su despacho, hunden un continente, un país o la primera región que se les venga a la memoria. Tal cual se lo digo, y sino, recuerden el otoño que nos han dado. Además no se cansan, no dan tregua, no nos dejan respirar. Por eso cada día más me acuerdo de la canciller alemana, Ángela Merkel, cuando decía aquello de que no siempre tienen razón estas agencias y habría que ponerlas en cuarentena, porque quienes se la están jugando somos todos nosotros, ya que muchas de ellas se dedican pura y llanamente a especular. ¿Se han ido los ingleses de la nueva UE porque son quienes las tienen en la City? Sea como fuere, ayer vino la agencia Fitch a decirnos que devaluaba en dos escalones a la Comunidad Valenciana por su escasa solvencia para hacer frente a la deuda y que ponía entre los papeles del desayuno de sus expertos a Murcia y Cataluña, porque ya no tienen capacidad de ampliar los recortes y sus medios de refinanciar la deuda están agotados. Dicen esto con una tabla de salvación al lado, pues se curan en salud al puntualizar que en el caso de estas dos últimas comunidades todavía les queda un «notable» como calificación, pero el susto ya nos lo han metido en el cuerpo mientras apuran la tostada y el café con leche. Será cierto o quizás se trate de un globo sonda, pero no deja de ser curioso que vengan ahora las agencias metiendo miedo cuando el BCE acaba de abrir el acceso al dinero a aquellos países que están haciendo los deberes. ¿O se trata de otra cosa?