Deportes
Helvetia Alcobendas un ejemplo contra la crisis
El equipo madrileño, club tradicional de cantera, es segundo en la División de Honor femenina
Hay jaleo en el «Pabellón de los Sueños» de Alcobendas. En la pista, niños de cinco años por un lado y algo más mayores por otro se lo pasan bien. Hacen juegos con el balón, sortean conos para después lanzar a portería y meter la pelota justo por un aro. Silvia Arderius les da unas pequeñas instrucciones y los anima. Es la capitana del Helvetia Alcobendas, un equipo tradicionalmente de cantera, un ejemplo contra la crisis que lo pasó mal hace apenas un año y medio. Los problemas económicos ahogaban al club. Meses buscando patrocinadores, 50 empresas, 60, 70, y nada. Buenas palabras, pero nada, y tuvo que «sacrificarse» el equipo masculino, que jugaba la Liga ASOBAL, lo máximo. Se ofreció la carta de libertad a quien quisiera y muchos jugadores se marcharon para encontrarse meses después con los mismos problemas económicos en los equipos a los que fueron. El femenino sobrevivió.
«Estábamos en la misma categoría, pero el presupuesto de un equipo al otro podía ser del 20 o 25 por ciento. Por eso el femenino sufrió menos. Aunque sufrió, dependemos menos del dinero, de ahí que se pudiera mantener. Ahora mismo tener un equipo en ASOBAL nos supondría un dinero que es prácticamente imposible, en cambio tener uno en División de Honor femenina es mucho más barato», afirma Félix García, el entrenador del Helvetia Alcobendas. La crisis. La maldita crisis que tiene a muchas federaciones con presupuestos similares a los de hace 25 años y que se ha llevado por delante, en balonmano sin ir más lejos, al San Antonio, un clásico, campeón de Europa en 2001... hace mucho, otros tiempos, y que ahora ha tenido que renunciar a jugar en la ASOBAL. En la Liga femenina el dominador de los últimos años ha sido el Itxako, ganador de los cuatro últimos títulos y subcampeón de Europa, pero con problemas económicos que han hecho que se vayan sus figuras y que este año tenga que luchar por no descender. Son momentos difíciles para casi todos, y también para el deporte. «No sólo los patrocinadores, también los estamentos públicos, ayuntamientos, Comunidad... están recortando de todos lados, del deporte más y del deporte femenino, mucho más. El gran hándicap es encontrar alguien que apueste por ti y se ha conseguido con las chicas», prosigue Félix.
La empresa de seguros Helvetia se ha unido al proyecto, lo mismo que «ayuda» a la Federación o patrocina al Helvetia Anaitasuna masculino. Un empujón para cuadrar presupuestos. Presupuestos bajos, apenas lo que vale un dedo de Cristiano Ronaldo, pero hace falta equilibrismos para cuadrarlos. El Helvetia Alcobendas es un equipo de jóvenes: 17 la más pequeña y 23 la mayor. «De las 14 jugadores, siete son de fuera y las otras siete son madrileñas, muchas de ellas de Alcobendas de toda la vida, desde que son chiquititas», afirma el entrenador. El club está en plena campaña de promoción, como siempre en septiembre y octubre, época de ir colegio por colegio para «reclutar» a niños. «El espíritu de club de base, aunque ahora estemos en la élite tanto en chicas como en chicos (División de Honor Plata), es lo que mantiene a los equipos de arriba. Debemos cuidar la base más que a los equipos de arriba. Desde infantiles, que es a partir de donde los federamos, tenemos 18 equipos, y luego los alevines, benjamines, prebenjamines y el predeporte, o sea que, en la escuela, que son desde predeporte a alevines, todavía no hemos terminado, no se ha hecho un listado de cuántos niños puede haber, pero podemos estar hablando de 150 niños y luego otros tantos de los equipos federados», describe Félix con tono tranquilo. Poco después lo cambiará en el entrenamiento, una jornada dura, «atípica», reconoce. «Más rápido, más rápido, más rápido...», grita. Insiste en la importancia de circular el balón a la mayor velocidad posible. «¿Por qué botas?... Cuanto más tiempo tengamos el balón en las manos, mas hostias nos vamos a llevar», son otras de las consignas. Se trata de deporte de élite, no de un «simple» juego. Entrenamientos a diario y máxima dedicación. El equipo ganó las cuatro primeras jornadas y llegó a ponerse líder. Perdió en la quinta, en Canarias, pero se mantiene arriba. «El objetivo siempre es mejorar. Queremos mejorar lo del año pasado», reconoce García. El curso pasado lograron clasificarse para Europa por primera vez. En el equipo estaba Mihaela Ciobanu, una de las porteras que hizo historia en los Juegos de Londres al colgarse el bronce más sufrido y bonito con la Selección española. Se retiró, pero ahora sigue en la entidad como entrenadora de porteras. «Es un club serio, cumple y estoy muy a gusto», dice Ciobanu, muy bromista durante el entrenamiento, que tiene pendiente un juicio porque otro club le debe dinero.
La entrada del «Pabellón de los Sueños», donde juegan cada quince días más o menos, está llena de fotos con las chicas del Helvetia Alcobendas. Debajo de ellas hay mensajes de motivación. «Respetar al equipo es esforzarse siempre al máximo». «Lo único que hace imposible un sueño es el fracaso». El entrenamiento termina y suena el grito de guerra de las madrileñas: «Si cae una, caemos todas».
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