Los condones de Pajín por Sergio ALONSO

La ministra Leire Pajín tiene ocurrencias que causarían risa si se analizaran por sí solas, pero que, contempladas dentro de un contexto más amplio, no pueden más que provocar bochorno, y hasta vergüenza. La última es la de la financiación con dinero público de tres nuevos anticonceptivos, uno de ellos subcutáneo. Parta este juicio de la base de que no está influido por consideraciones morales ni éticas, sino simplemente sanitarias y de política económica. Tal y como se propuso, embaucando para ello a unos consejeros autonómicos que siguen sin enterarse de la película pese al problemón que padecen en forma de bancarrota, Sanidad sigue extendiendo su política de barra libre total en materia anticonceptiva. La venta sin receta de la píldora del día después fue el pistoletazo de salida de un conjunto de acciones más amplias que incluyen ahora el pago con dinero público de tales productos, para alegría de los laboratorios fabricantes, y que encuentran como marco general el Plan Estratégico de Salud Sexual y Reproductiva con el que el Gobierno tanto nos ha sorprendido. Llama la atención que Sanidad acometa la financiación cuando las autonomías son las que pagan y han empezado a poner en marcha un plan de recortes sin precedentes en la historia sanitaria española, que tendrá amplio desarrollo tras las elecciones municipales. Y llama la atención también que Pajín se anime a dar tal paso con pólvora ajena cuando las estadísticas muestran un grave repunte de las enfermedades venéreas. Alguien dirá que los anticonceptivos previenen los contagios, y es cierto, pero también los es que su generalización casa mal con la píldora del día después. Su consumo en masa revela que los jóvenes practican cada vez más el sexo sin protección.