Manda la huelga

Hoy juega la Selección nacional frente a Chequia en el Nuevo Los Cármenes de Granada y da la impresión de que el acontecimiento ha interesado más en la ciudad andaluza que en el resto del país. Al menos en los medios informativos manda más el pleito por la anunciada huelga, asunto en el que lo que se debate son dineros y la coartada es la ley que obliga a televisar en abierto un partido semanal.

Las diferencias fundamentales entre los clubes de Primera División están en el reparto de los derechos televisivos. Es evidente que se pretende reducir la Liga a cuatro equipos cuando la juegan veinte. Si quienes solamente van a recibir migajas se pusieran de acuerdo, quienes pretenden imponer sus ideas se quedarían sin argumentos. Real Madrid y Barcelona no pueden tener contratos millonarios sin el consentimiento de Deportivo, Osasuna, Villarreal, Sevilla o Espanyol. Los dos grandes sin el acuerdo general no tendrían contrato, puesto que únicamente podrían disputar dos partidos televisados.

Es singular el hecho de que exista el partido en abierto, pero lo es más que no haya la mínima solidaridad.

En otros lugares, el contrato se firma colectivamente y el reparto se establece con un gran porcentaje a repartir a partes iguales, sesenta o cincuenta por ciento, y un veinte o veinticinco de acuerdo con la clasificación y el porcentaje restante de acuerdo con las audiencias televisivas.

En este caso, Real Madrid y Barcelona siempre cobrarían mucho más que el resto, pero nunca habría diferencia tan insultante como la que se pretende en estos momentos: 137 millones para el dúo, 40 para Valencia y Atlético de Madrid y menos de veinte al resto.