Hollywood

La vida sigue siendo una «Tómbola»

LA RAZÓN regala mañana la primera película de Marisol de las diez que forman la serie

Una escena de la película, que obtuvo el mayor éxito de cuantas protagonizó Marisol.
Una escena de la película, que obtuvo el mayor éxito de cuantas protagonizó Marisol.larazon

El personaje cinematográfico era una réplica de Marisol, de 12 años, descarada y revoltosa, inmersa en un mundo cerrado, como era la España de los 50. El rayo de luz es metáfora de la irrupción de la niña que ilumina aquellas vidas oscuras y, como si hubiera llegado un ángel, logra restablecer la armonía familiar. La acompaña otro prodigio: el canoro. Como en toda comedia musical de la época, las canciones modernas y la simpatía de la niña cumplían la función de entusiasmar a un público entregado a la fantasía de ese mundo mejor que prometía el Plan del desarrollo.

Lo cierto es que «Un rayo de luz» (1960) fue un bombazo sin precedentes en el cine español. Casas lujosas, vestuario infantil hecho a medida como a las estrellas de Hollywood y temas de los compositores más populares. No podían faltar los del renovador de la canción pop española: Algueró, que compuso la música de «Tómbola», «Cabriola» y «Marisol rumbo a Río». Una voz desgarradaMarisol poseía un chorro de voz sin demasiados matices excepto para los aires aflamencados. Un tanto desgarrada, que con el tiempo se hizo rasposa. Fue «Tómbola», su tercera película, la que cosechó un éxito todavía mayor. La temática yeyé de la película preparan su figura para el cambio que se operará en su nueva etapa de adolescente fantasiosa y llena de recursos para encandilar a todos.

Aunque eran comedias ligeras, los filmes tenían más de melodramas con canciones, cuyas bases, en España, las había sentado Juan de Orduña y «El último cuplé», pero con final feliz. El mismo estilo que había hecho de Joselito una estrella internacional, con una diferencia : el cambio de escenario, del cine rural al urbano. Pues ése era esencialmente el cambio socioeconómico que se operaba en los 60. Cuando cuajan las estrellas más internacionales que se han dado en España hasta los 90. El triunfo de Marisol llegó más allá del Telón de acero y sus giras por Alemania para cantarles a los emigrantes fueron apoteósicas como las de Raphael o el inmediato lanzamiento de Dúrcal, que logró imponerse en Hispanoamérica. Lo relevante era que la juventud, como «clase de edad», aparecía en España con el desarrollismo, y el lanzamiento de ídolos juveniles (Mike Ríos, Serrat, Los Brincos y Los Bravos) será imparable. El comienzo de una evolución social que culminaría con el tránsito de la dictadura a la democracia. De nuevo Marisol es un referente del tránsito de la infancia a la madurez, de niña prodigio a joven actriz, de portaestandarte del tránsito del campo a la ciudad a contestataria, pues cambió la comedia ligera para volcarse en producciones «serias» como «La corrupción de Chris Miller» de Bardem, que culminaría con su destape en «Interviú» y su matrimonio con Gades, con quien volvió a ser Pepa Flores. En Marisol confluyen los elementos de todo mito: una presencia en la pantalla que trasciende al personaje, incluso confundiéndose con él, y un prodigio para la canción que deja maravillada a la gente. Su desbordante vitalidad era la adecuada para representar el cambio generacional y convertirse en protagonista de esa juventud con películas como «La nueva Cenicienta», junto a Antonio el bailarín. Su fotogenia suplía su voluntariosa actuación y su desparpajo andaluz dotaban de nervio unos guiones perfectos para ver un domingo en familia. Su carrera de cantante le permitió evolucionar desde el prodigio inicial a la juventud yeyé, para dar paso, en los 70, a una transformación que anduvo pareja con la de la propia España, pues la niña prodigio se convirtió en una actriz contestataria que puso punto final a su carrera interpretando a Mariana Pineda en televisión.