Margallo y De Vigo por César Lumbreras

El título de esta columna se refiere al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que en estos últimos meses nos ha dado titulares «gloriosos», y al secretario de Estado para la UE, Iñigo Méndez de Vigo, de cuyo puño y letra salió un comunicado «glorioso», que tuvo el honor de cosechar rotundos desmentidos de Italia y Francia pocos minutos después de su difusión. Pues bien, traigo a colación a este dúo «glorioso» porque son los que, en colaboración con los Ministerios afectados, están pilotando la negociación sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2014-20, es decir, el dinero que vamos a aportar a las arcas comunitarias y la «pasta» que recibiremos. En 2011 llegaron 13.599 millones de euros y, a pesar de que en los próximos años recibiremos menos y pasaremos a ser contribuyentes netos al presupuesto comunitario, no conviene perder de vista lo que está en juego. Pues bien, la postura que ha mantenido España hasta ahora ya no vale y toca definirse claramente. Estamos en el grupo de países que quieren poner menos a las arcas comunes; al mismo tiempo, nos encontramos en el grupo de Estados miembros que plantean que nos llegue más dinero. Por si esto fuera poco, nos hemos sumado a los «Amigos de la Cohesión», que defienden que haya más dinero para la política de cohesión y para los fondos estructurales; sin embargo, también defendemos que la Política Agraria Común (PAC) tenga carácter estratégico y esté bien dotada de fondos, lo que choca con el objetivo anterior de la cohesión. En resumidas cuentas, que lo queremos todo y que, frivolidades, como a las que nos tiene acostumbrados este dúo «glorioso», las justas. Toca aclararse.