Hermetismo en las familias que no quieren un «reality»

MADRID- Poco o nada han querido dar a conocer los familiares de los dos marineros gallegos secuestrados a bordo del «Vega 5». Las familias de los dos marineros han guardado un hermetismo casi absoluto sobre el asunto a lo largo de los quince días que dura ya el secuestro, para que el asunto no se convierta en un espectáculo mediático, tal y como ocurrió con el Alakrana. «No queremos que esto se convierta en un reality» afirmaba un familiar próximo el pasado 5 de enero. En este sentido, han solicitado desde el primer momento, tanto a Pescanova como al departamento autonómico, que no difundieran información acerca de sus seres queridos.
El capitán es Alfonso Rey Echeverri, de 42 años de edad y residente en la localidad coruñesa de Muros, está casado y sin hijos. Marinero muy experimentado, faena desde hace años en el litoral africano, pero es la primera vez que se ve inmerso en un suceso de este tipo. Cursó estudios náuticos en Vigo y lleva desde hace años enrolado en barcos ligados a la companía española Pescanova, bien en navíos propiedad de esta empresa o, como en este caso, en barcos con los que la compañía mantiene relaciones comerciales. Fuentes próximas a la familia han reconocido que «no han tenido contacto con los marineros, sólo con la empresa del barco», desde que el pasado 27 de diciembre se perdiera la comunicación con el pesquero.
Por su parte, el contramaestre es José Alfonso García Barreiro, de 55 años de edad, y vive en un céntrico piso de Pontevedra con su actual pareja, Cecilia de Oliveira, de origen portugués, y los dos hijos de ésta. En ocasiones ha narrado sus aventuras por la costa africana a través de internet. No obstante, vecinos, familiares y allegados más próximos han guardado, desde que se confirmara el secuestro, un mutismo absoluto para con los periodistas.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, subrayó ayer que «lo más importante ahora es estar cerca de los familiares», y manifestó, por último, su deseo de que los familiares «mantengan la entereza» hasta que el secuestro se solucione satisfactoriamente.