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La hora del sueño

La hora del sueño
La hora del sueñolarazon

Valencia- Tardar más de treinta minutos en conciliar el sueño, despertarse con frecuencia unido a la dificultad de volver a dormir, una respiración dificultosa, rechinar de dientes o tener pesadillas frecuentes, son algunos de los aspectos a tener en cuenta para detectar problemas serios en el descanso que conviene poner en manos de un especialista.

Unos síntomas que pueden agravarse en esta época, ya que desde hoy rige en España el horario de verano y hay que adaptar también el reloj de nuestro organismo.

El doctor Gonzalo Pin, jefe de la Unidad Valenciana del Sueño de Hospital Quirón Valencia, explica que los efectos de este cambio, aunque leves, tienen su reflejo en nuestra salud. Las consecuencias son transitorias y de poca importancia en la población sana y nuestro organismo sólo necesitará tres o cuatro días para acoplarse a este nuevo horario, aunque bien es cierto que algunas estadísticas indican un discreto aumento de la accidentalidad los días posteriores a un cambio de horario. Es a partir de los cincuenta años de edad cuando quizá cueste un poco más adaptarnos a este cambio.

La población infantil también se verá influida por este cambio horario y su efecto en ellos, puede manifestarse en una mayor irritabilidad y en algunas ocasiones alteraciones en su alimentación, principalmente en los lactantes. Los niños más mayores presentarán más dificultades a la hora de iniciar el sueño o al despertar, aunque no suelen plantear grandes dificultades y suelen desaparecer a los pocos días.
Con todo, la falta de sueño o el no disfrutar de uno de calidad puede llegar a tener consecuencias muy negativas en nuestra salud. Está comprobado que el déficit crónico de sueño es un factor que contribuye al desarrollo de la obesidad y a los trastornos metabólicos relacionados con la insulina.

«Un sueño insuficiente o de mala calidad va a condicionar nuestra calidad de vida y nuestro rendimiento intelectual y físico». En este sentido, recuerda que una buena calidad del sueño nos permite, entre otras cosas, mantener adecuadamente nuestras funciones ejecutivas; controlar nuestro humor, nuestros impulsos y nuestra capacidad de concentración.

 

La crisis que nos trastorna
Los trastornos del sueño se han convertido en la enfermedad más frecuente en la sociedad actual, multiplicando hasta 20 veces su incidencia en los últimos años, a causa de su mejor conocimiento y las consecuencias que acarrea una coyuntura económica como la actual.

Según Jesús Escribá, neurofisiólogo del Hospital Casa de Salud especializado en medicina del sueño, el «ranking» de fármacos más vendidos en 2011 lo encabezan antidepresivos e hipnóticos «y, muchas veces, las soluciones a un trastorno psiquiátrico o de sueño no son necesariamente farmacológicas».