Ruth y José: cita a la desesperada

MADRID- Reconstrucciones de itinerarios, perfiles psicológicos, declaraciones de testigos... Casi tres meses de pistas han llevado el caso de Ruth y José, los niños de 6 y 8 años desaparecidos en Córdoba el pasado 8 de octubre, hasta un callejón sin salida. Por eso, apelando a la misericordia de José Bretón, padre de los pequeños y hasta la fecha el único detenido, su ex pareja Ruth Ortiz se reunió con él en la cárcel el pasado 28 de diciembre con un único objetivo: descubrir el paradero de los menores. A principios de noviembre, Bretón, a través de su abogado, había mostrado un vivo interés por este encuentro en la prisión provincial de Córdoba, en la que está encarcelado desde el pasado 21 de octubre acusado de un presunto delito de detención ilegal por desaparición de menores y otro de simulación de delito. La familia materna accedió finalmente, aunque en un principio no era receptiva a que este encuentro se produjera.

Con todo, los resultados no han sido satisfactorios. Y eso a pesar de que el encuentro fue extenso: alrededor de una hora de duración. Ruth y su ex pareja se encontraron a solas, tan solo separados por una mampara. Poco ha trascendido de la entrevista. Según informó ayer «El programa de Ana Rosa» en Telecinco, Bretón no arrojó nada de luz sobre el caso. Tan sólo se limitó a decir que los niños estaban bien. La madre, hundida desde que se produjo la desaparición, salió destrozada de la entrevista. Mientras, la familia materna sigue convencida de que José Bretón es el responsable del destino de los pequeños.

«Nunca se reúnen»
¿Hasta qué punto puede contribuir un encuentro de este tipo a que José Bretón se venga abajo? El psiquiatra forense José Cabrera cree que, pese a que la entrevista que protagonizaron Ruth y su ex marido fue excepcional, «casi nunca llega a nada». «Víctima y presunto delincuente casi nunca se reúnen. Y menos en secreto. Y, si bien se puede interpretar que la madre de sus hijos es la persona más indicada para arrancarle una confesión, también puede ocurrir lo contrario: que al haberse separado de ella, sea la última persona con la que se sincere», añade.

«Si yo fuera juez instructor del caso, hubiera autorizado una grabación de este encuentro sin el conocimiento de ambos», apunta Cabrera. Y es que el psiquiatra forense considera que estamos «ante un caso confuso, oscuro complicado y en el que todo es especulativo. Choca que la familia de ella haya estado tan increíblemente tranquila durante estos meses, o la exculpación que ha habido por parte de Ruth hacia Bretón». Detalles como que el detenido haya comentado que los niños están bien, Cabrera considera que poco aportan. «Puede referirse a que están en el cielo, por ejemplo», comenta.

Los informes psiquiátricos sobre Bretón describen a este ex militar como una persona metódica, obsesiva y planificadora, por lo que, según este estudio, estaríamos ante un individuo capaz de tramar sus acciones hasta el último detalle. Y un detalle importante: en el caso de que haya tenido algo que ver con la desaparición de los niños, los psiquiatras estiman que es muy difícil que alguna vez llegue a confesarlo. La versión del padre se ha mantenido inalterable: al llegar al parque Cruz Conde de Córdoba, lugar en el que se había citado con sus hermanos y los hijos de estos, Bretón, tras despistarse unos segundos, perdió de vista a los niños.

¿Sin juicio?
«Mucho me temo que el caso podría ni siquiera llegar a juicio», sospecha Cabrera. Y es que podría darse la circunstancia de que, al final, «José Bretón, al tener custodia compartida, simplemente fuera juzgado por haber perdido a sus hijos durante su tiempo de custodia. Como cuando se juzga a alguien porque su hijo ha sufrido daños durante el tiempo que lo tenía a su cargo», añade. Por ello, «mi pronóstico ante este caso, por pura intuición criminológica, no es favorable». Hay que reseñar que la ONG SOS Desaparecidos se puso en contacto con el abogado de Bretón. ¿Su objetivo? Concertar un encuentro del detenido con un padre cuyo hijo se encuentre también desaparecido, de tal forma que Bretón pudiera empatizar con él y, posiblemente, confesar la verdad. Con todo, y a tenor de entrevistas como la conocida ayer, la idea se ha descartado.

El lunes 8 de enero, justo cuando se cumplan tres meses de la desaparición, se ha convocado una nueva manifestación en Córdoba para clamar por el regreso de Ruth y José. Mientras, la investigación prosigue en el más estricto secretismo. Entre las pistas que se esperan está la reconstrucción del trayecto que siguió Bretón desde la parcela familiar hasta los jardines del parque Cruz Conde.

- José Bretón: Ex militar en paro y «bipolar»
El padre de los dos hermanos de 2 y 6 años desaparecidos en Córdoba el pasado mes de octubre, tiene 40 años y está en situación de desempleo. Ex militar, participó como soldado en la misión española en Bosnia y Herzegovina en 1994, sin que en su expediente haya nada significativo. Cordobés de nacimiento, a su regreso de los Balcanes trabajó como camionero. Según su abogado, Bretón «se evade de la realidad» y, a su juicio, presenta una «personalidad bipolar».

- Ruth Ortiz: Toda una familia a sus espaldas
Nacida en Huelva hace 38 años, la madre de los pequeños conoció a José Bretón cuando estudiaba veterinaria. Huérfana de padre desde muy joven, Ortiz se casó con el padre de sus hijos en 2002. Tras vivir en Almería, la familia se trasladó a Huelva por motivos laborales. Tan sólo 20 días antes de que los menores desapareciesen sin dejar rastro, Ortiz había iniciado los trámites para separarse de su marido. Hasta entonces, y al estar su marido en paro, Ruth había cargado con el peso de la familia.