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Cuando todos son defensas

La presión desde los delanteros es la clave para que Barcelona y Real Madrid sean los menos goleados

Cuando todosson defensas
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Madrid- El Real Madrid continuó ayer preparando el clásico del lunes a puerta cerrada. El Barça descansó. «No sabemos cómo vamos a hacer, si vamos a atacar o a defender», aseguró Marcelo en conferencia de prensa. No hay pistas sobre lo que Mourinho tiene preparado para el Camp Nou. El técnico podría verse tentado de repetir la del Inter del año pasado, el cerrojazo, pero esta vez no hay un resultado de 3-1 en la ida. «¿Defensivo yo? El que es inteligente sabe que no es así», aseguró el técnico portugués a su llegada. Y ha cumplido. Barça y Real Madrid son equipos antagónicos en su concepto, pero iguales en algunos aspectos. Sus números son casi calcados: las mismas victorias (10), los mismos goles a favor (33) y sólo dos más encajados por los azulgrana (8 por los 6 del Real Madrid). Por caminos diferentes se puede llegar al mismo destino, aunque hay un punto de unión: la presión. Los dos equipos asfixian al rival cerca de su área y la consecuencia directa es que recuperan el balón pronto y casi nunca llega a las inmediaciones de Casillas y Valdés.

Hablar de la defensa del Madrid no es hacerlo de Casillas, Pepe, Carvalho, Sergio Ramos y Marcelo, es hablar de los once jugadores. Mourinho tiene a toda la tropa dispuesta a dejarse la vida y Di María es el ejemplo: un futbolista de calidad que se exprime. Pedro sería su homónimo en el Barça. Pese a todo, los cuatro de atrás están rindiendo a un nivel altísimo. Pepe tiene más dudas que el año pasado, pero Carvalho, el más veterano del equipo y el último en llegar, es el nuevo jefe. Ya no hay dudas sobre el fichaje de un central veterano. «Necesitábamos un padre de familia en el campo», aseguró Jorge Valdano en la «Ser». Sergio Ramos iba a ser central, pero como no llegó Maicon está feliz en el lateral, revitalizado tras su gran actuación en el Mundial. Y Marcelo es la sorpresa, porque si los delanteros defienden, los defensas también atacan. Todos hacen de todo. El brasileño aporta su calidad en ataque y «Mou» le ha convencido para que se aplique atrás. «Mourinho me ha hecho ser mejor defensa, más agresivo, ahora hasta me gusta defender», afirmó el lateral zurdo. Y si todo ello falla, por supuesto aparece Casillas. «Es el mejor», resume su entrenador. El portero del Madrid es el que menos ha tenido que parar, 51 veces, pero en partidos como el del Athletic lo ha hecho para ser decisivo.

Dos «manos» más que Iker ha tenido que «meter» Víctor Valdés (53), por las 85 de Diego López, el portero del tercer clasificado, el Villarreal, las 90 de De Gea o las 62 del valencianista César, que ha estado lesionado cuatro partidos. Pocas veces está el balón en el área del Barcelona teniéndolo el rival, con peligro. Teniéndolo el Barça sí, porque el juego del equipo azulgrana se basa en la posesión, en la paciencia, y cuando no lo ven claro no dudan en retrasar el balón al meta. Valdés se ha convertido en una leyenda azulgrana, sólo superado en partidos de Liga por Zubizarreta, aunque por poco tiempo. Y eso que no quería ser portero. Empezó casi por casualidad y sufría con cada goleada que encajaba de pequeño. Siguió sufriendo mientras crecía, e incluso quiso dejarlo con 18 años. Pensó que no era lo suyo. Se equivocó. Debutó con Van Gaal, maduró con Rijkaard y se ha consagrado con Guardiola. «Nos ha salvado mucho y nos volverá salvar. Valdés es indiscutible, ya puede fallar lo que quiera», le piropeó el entrenador del Barcelona.

Ver presionar a Messi o recuperar balones a Iniesta es el síntoma de que el campeón está enchufado. Así sucedió en el partido de más exigencia para los azulgrana esta temporada, contra el Villarreal. Busquets y su inteligencia táctica es la siguiente barrera a superar y después llegan Puyol y Piqué, la pareja ideal. El capitán pone la fuerza y Piqué aporta la calidad. También es un defensa que ataca, fundamental para llevar el balón a los delanteros. Puede ser la clave ante el Madrid: si Piqué consigue llevar el balón en condiciones a Xavi o Iniesta, el Barça se pondrá a jugar. Alves es otro defensa-delantero, como Marcelo. Cuando todos son defensas, es difícil que Barça y Madrid encajen goles. ¿Quién romperá la presión?


Zapatero lo tiene claro, 4-2
El presidente del Gobierno, que no podrá presenciar el clásico porque se encontrará en la cumbre entre la Unión Europea y África en Libia, apostó, como culé reconocido que es, por el Barça: 4-2. El pronóstico no lo compartió la presidenta de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre apostó por el 2 en el pleno al quince de la quiniela, 1-2.