Cataluña

El ojo matérico de Tàpies llega a su fundación

Mientras Tàpies trabaja como cada verano en Campins, su fundación ofrece una nueva visión de su obra.

«Madera pintada y rascada» es la obra pincipal de la muestra
«Madera pintada y rascada» es la obra pincipal de la muestralarazon

BARCELONA- El color azul no es muy habitual en la paleta de Antoni Tàpies, más acostumbrada a tonos cercanos a la tierra como pueden ser el negro o el marrón. Por eso es una sorpresa «Madera pintada y rascada», la pieza que protagoniza la exposición que en estos días dedica al artista la fundación barcelonesa que lleva su nombre. En «Antoni Tàpies. Colección», muestra comisariada por Núria Homs, se presentan un total de 54 piezas que van desde los años 40 hasta la producción más reciente del autor.
Según aseguró Homs a LA RAZÓN, el recorrido que propone la Fundació Tàpies quiere subrayar «la importancia de los materiales. Tàpies siempre muestra interés por todo tipo de materiales. Por ejemplo entre 1945 y 1946 lo hace por elementos extrapictóricos como una caja de cordones. Después, cuando trabaja en obras más literarias y surrealistizantes emplea cartones o elementos más destripados en los que deja su huella». Ante la fuerza de la sociedad de consumo, el autor empleó todo tipo de texturas, incluso reduciendo los tonos cromáticos, llegándolo a limitarse al gris, ocre y marrón, más afines al mundo interior y al pensamiento. Igualmente interesante es, sobre todo en los años 60, la incorporación en la obra del autor de objetos o materiales encontrados por azar, o que localiza en su entorno más inmediato, ya sean papeles viejos o un trozo de madera.
Es «Madera pintada y rascada», la composición más importante de esta exposición. Expuesta por primera vez al público, procede de la colección personal del artista que la ha dejado temporalmente a su fundación. Esta pieza de madera de azul marino y con la forma de un ojo, uno de los elementos comunes en el imaginario de Tàpies. En sus obras más recientes, el autor sigue mostrando ojos, aunque ahora en muchas ocasiones están cerrados, probablemente una manera de aludir a sus propios problemas de visión.
En la exposición también se presentan una colección de autorretratos de los años 40. Homs aclaró que «Tàpies se hacía autorretratos porque decía que él era el modelo más barato». También se ha querido dar importancia al trabajo del pintor en el terreno de la bibliofilia como lo demuestra el ejemplar de «El pa a la barca», una excepcional obra de 1960 firmada conjuntamente con su amigo y camarada en Dau al Set Joan Brossa. Precisamente este libro subraya también esa constante por el objeto encontrado, por la búsqueda de nuevas formas de expresión artística.


- Dónde: Fundació Antoni Tàpies. Aragó, 255..
- Cuándo: Hasta el 26 de septiembre.