Energía

Salir de la UVI por Pedro Mielgo

La Razón
La RazónLa Razón

Por fin sabemos por dónde va la solución del déficit de tarifa. Pero, ¿es todo lo que se esperaba? Pocos creían que el Gobierno se iba a atrever con una tasa tan onerosa a la generación, sobre todo a la nuclear y a la hidráulica. Parece –ojalá no sea así– que el Ejecutivo ha cedido algo a las presiones de los «lobbies» renovables. ¿Es por eso por lo que se ha optado por café para todos en lugar del esperado recorte a las tecnologías con primas más elevadas, que las hacen más rentables? ¿Se buscaba un diseño fiscal que evite recursos y la judicialización de una cuestión vital? El tiempo lo dirá.

¿Quién gana y quién pierde? Los consumidores pierden por partida doble. La subida del IVA supondrá un incremento del precio final de la electricidad a partir del próximo mes. Además, es muy difícil que una parte de las nuevas tasas a la generación no acaben en la factura final. Pierden las empresas, que verán caer sus ratings y sus cotizaciones. Ganan el transporte y los sistemas extrapeninsulares, que apenas ven recortada su retribución (por ahora). Gana también el Gobierno, que puede presumir de haber resuelto (casi) el problema del déficit de tarifa, al menos en su dimensión económica. Aunque la historia está lejos de haber terminado.