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Circunstancias sospechosas por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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El tiempo deja a cada uno en su sitio. Ni se ha cortado la calefacción en el Instituto Luis Vives de Valencia, ni se ha dejado de dar clases, ni ha habido medidas que hayan afectado a la educación de los alumnos. El centro, según las cifras que publicamos en esta página, hasta goza de buena salud económica. Lo único que ha sucedido, como en otras partes de España, que se ha rebajado hasta el 50 por ciento algún complemento salarial de los profesores. Si a eso añadimos que se les han aumentado las horas lectivas y se disminuyó drásticamente el número de liberados sindicales, las luces comienzan a aclarar el escenario. De ahí que coincida con mi amigo Rogelio en que, aunque sea indemostrable, algo podrían haber tenido que ver con la movilización de los estudiantes. Podría ser que, en lugar de salir ellos a la calle después del fracaso de sus homólogos en Madrid con Esperanza Aguirre, se hayan servido de otras vías. No sé si fue acertada o no la actuación de la Policía, pero estoy convencido de que existen circunstancias, las referidas y otras, que inducen claramente a la sospecha. El protagonismo inmediato de los partidos de izquierda, desde la presencia permanente de diputados antiPP –algunos incluso abandonaron ayer la sesión de las Cortes Valencianas para ir a la manifestación– hasta la aparición en las redes sociales de la extraordinaria actividad del dominio «primaveravalenciana», creado ¡oh casualidad! el sábado pasado, que es el mismo que el de «Compromís», un partido en la oposición radical al PP. ¿A qué suena la movilización ante las sedes del PP en diferentes ciudades españolas? A mí, a una película que ya hemos visto. Así es la vida.