Barcelona

Los zombies inauguran el Salón del Cómic de Barcelona

Nada que no se supiera. En época de inestabilidad -económica, energética, política...- el terror se convierte en refugio escapista donde los temidos zombis actúan de embajadores del apocalipsis, como se ha podido comprobar hoy en la inauguración de la 29ª edición del Salón de Cómic de Barcelona.

Las crisis son fuente inagotable de ansiedades, desasosiegos que el cine, la televisión y, por supuesto, los cómics aprovechan, como bien sabe el británico Charlie Adlard, dibujante de "The walking dead", del que sólo en España se han vendido decenas de miles de ejemplares -en parte gracias a su adaptación para la pequeña pantalla- y que ha sido una de las estrellas de la jornada inaugural del salón que se celebra hasta el domingo en la Fira de Barcelona.

"Los zombis son un fenómeno cíclico, como los vampiros, que suelen resurgir en momentos de crisis, ya sea por atentados, terremotos devastadores o tsunamis; pero quizás sean los muertos vivientes quienes mejor representan ese apocalipsis, por su dimensión global", ha explicado Adlard a Efe.

El dibujante, creador de "The walking dead"junto a Robert Kirkman (con el que hablará por videoconferencia durante el certamen), está satisfecho de la traslación que el director Frank Darabont ("Cadena perpetua") ha hecho para la televisión.

"Ha sido respetuoso, muchos planos son casi las viñetas", explica Adlard, autor también de los dibujos de Juez Dredd y Expediente X, y que además aparece en uno de los capítulos de la serie como uno de los "caminantes".

La vigencia del genero zombi en la cultura cómic la constata la exposición "Ni muertos ni enterrados", de la que es comisario Ángel Sala, director del Festival de Sitges, donde hace un repaso de los vínculos del zombi, como parte de la cultura popular, con el cómic y el cine, ámbitos donde este género "ha evolucionado de forma paralela", ha dicho a Efe.

La muestra, con dibujos originales de autores clásicos del género y pasquines y carteles de cine, explica el origen casi antropológico del término, su relación con el vudú, para acercarse a la obra clave del género, la primigenia "La muerte de los muertes vivientes", película de George Romero, que aglutinó elementos tradicionales y nuevas aportaciones como el canibalismo.

Sala explica que, aunque con diferente intensidad, la moda zombi se mantiene desde los sesenta, tanto en el cine -muchas veces con películas marginales de producciones italianas como españolas- como en las viñetas, a lo que ha ayudado el auge de los videojuegos protagonizados por estos seres y la "pandemia de psicosis"generada tras el 11-S que retomó la visión catastrofista del mundo.

Además, como se ve en la muestra, la parodia del mito zombi, cómica e irreverente, también ha servido para mantener la llama encendida, en el cine, la literatura y los tebeos.

"El cómic de Robert Kirkman ha producido algo impensable que los zombis, que eran algo marginal, lleguen al 'prime time' televisivo y la gente disfrute con ello", defiende Sala sobre "la figura de un ser que ha vencido a la muerte, que es uno de los grandes temas de la cultura popular".

En esta edición del salón, con 135 expositores repartidos en 19.000 metros cuadrados, otro de los protagonistas es Tarzán, el rey de la selva ideado por Edgard Rice Burrouhgs, con una muestra comisariada por Vicent Sanchís, con algunos hermosísimos originales de las versiones de Harold Foster y Burne Hogart.

El certamen recuerda los 30 años del golpe de estado y cómo las viñetas tradujeron la asonada de Tejero con la exposición "El 23-F en viñetas", con originales de publicaciones de la época.

Sorprendente es también la muestra dedicada al mundo gatuno "Comicats. Maullidos entre viñetas", con viñetas de las series de cómic protagonizadas por gatos, desde el irrespetuoso Gardfield, pasando por la enamoradiza "Krazy Kat".

Si después de ver esta muestra a uno le entran ganas de adoptar uno de estos animales en su versión real puede hacerlo gracias a una organización instalada en el recinto que lo facilita.

Más allá de las catástrofes recreadas, el salón de Barcelona no ha querido olvidarse de los damnificados por una tragedia verdadera: el terremoto de Japón, un país muy vinculado al mundo del cómic, por lo que ha instalado un expositor para recoger ayudas.

El cónsul general de Japón, Hidetiro Tsubaki, que ha acudido a la inauguración del salón, junto al conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ha recogido el dinero recaudado desde hace unas semanas por el gremio de tiendas de cómic de españolas, que han destinado el 5% de lo que han recaudado a los damnificados por el tsunami.