Cataluña
El Govern rectifica y volverá a pagar la renta mínima mediante transferencia
Medio millar de personas protesta ante el Palau de la Generalitat y reclama dimisiones
BARCELONA- El polémico cambio del modo de pago de la Renta Mínima de Inserción (RMI) y los retrasos en los envíos de los cheques han provocado la indignación de buena parte de los afectados y la Generalitat no ha tenido más remedio que rectificar. Así lo anunció ayer el conseller de Benestar i Familia, Josep Lluís Cleries, que pidió disculpas por las «molestias» y explicó que los pagos volverán a hacerse mediante transferencia a partir del próximo mes de septiembre.
Piden dimisiones
Las disculpas de Cleries no evitaron que ayer se concentraran unas 500 personas ante el Palau de la Generalitat para protestar contra la reformas de la renta mínima. Se escucharon voces reclamando la dimisión de Cleries, y la del de Empresa i Ocupació, Francesc Xavier Mena. También hubo pancartas pidiendo la dimisión de Artur Mas.
Pertrechados con silbatos y cacerolas, los manifestantes, entre los que muchos aseguraron ser beneficiarios hasta el momento de esta ayuda, insistieron en que «quien cobra la RMI no lo hace por gusto».
Los afectados también llevaban pancartas y eslóganes como «Miradnos y decidnos por qué me recortas la paga», «Basta de abuso» y «Contra la pobreza, no contra los pobres». Los manifestantes tuvieron el apoyo de PSC, ICV–EUiA y ERC, los tres grupos políticos más críticos con la gestioón de la Generalitat respecto a las ayudas del RMI.
Los socialistas estuvieron representados por la diputada en el Parlament Eva Granados, que criticó las declaraciones de Mena en las que aseguró que 4.000 personas reciben a través de la RMI más dinero incluso que el estipulado en el sueldo mínimo interprofesional y, a este respecto, le recordó que «es porque tienen hijos a su cargo o personas discapacitadas».
Cleries reaccionó y negó que el Govern haya criminalizado a los beneficiarios de la RMI, sino que sólo ha tratado de incrementar el control. De hecho, apuntó que un 20 por ciento de los beneficiarios todavía no ha pasado a cobrar, lo cual, en su opinión, evidencia que «algo no acaba de funcionar».
Por su parte, el alcalde de Sabadell y presidente de la Federación de Municipios de Catalunya, Manel Bustos, volvió a negar de forma contundente que los municipios aprobaran la reforma de la RMI, tal como afirmó la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega. Bustos acusó al Gobierno catalán de mentir al afirmar que los ayuntamientos eran corresponsables y que habían apoyado los cambios aplicados al sistema de la RMI, y negó que las entidades municipalistas no tuvieran constancia de los cambios concretos que implicaba el nuevo sistema.
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