Arde un almacén-patera

Lo que nadie sospechaba era que en su interior podían encontrarse personas que vivieran en la nave. Siete ciudadanos de nacionalidad china fueron desalojados de lo que aparentemente era su vivienda. De ser así, se podría haber cometido una violación de la legislación vigente y el caso será sometido a una investigación exhaustiva para esclarecer la posible ilegalidad.

Todo ocurrió muy rápido. Apenas dos horas después de comenzar el incendio, 16 dotaciones de bomberos extinguieron el fuego, pero no pudieron impedir que la cubierta colapsara. A pesar de la gravedad de los daños, los bomberos evitaron su propagación al edificio colindante, un Cuartel de Guardias Jóvenes de la Guardia Civil. Al entrar se encontraron con siete personas de origen chino durmiendo en una caseta anexa a la nave industrial. Salieron sin problemas, pero sufrieron una intoxicación leve por inhalación de humo. Las sospechas apuntan que esas personas habitaban de manera ilegal en el edificio, donde también trabajan, ya que todos los empleados del Hiper Asia son de nacionalidad china. La nave fue alquilada en junio de 2010, como así lo confirmó José Antonio Barrientos, copropietario del edificio. Además, afirmó que ya en 1987 tuvo que ser reconstruida a causa de un incendio de las mismas características.

El suceso ha puesto en evidencia las posibles irregularidades del establecimiento chino. Por ello, la Guardia Civil tiene indicios de que el hipermercado, de 5.000 metros cuadrados, era usado también como vivienda. La delegada del Gobierno en la Comunidad, Amparo Valcarce, ha solicitado una investigación de la Inspección de Trabajo aparte de las pertinentes labores llevadas a cabo por los Bomberos y la Guardia Civil.


«Sospechaba que alguien podía vivir en la nave»
Los vecinos de Valdemoro tenían ligeras sospechas de lo que allí podría estar ocurriendo. Un vecino fue testigo de las espectaculares llamaradas del incendio y él mismo admitió que aunque no sabían nada, sospechaba que había personas que podían vivir en la nave. Pero quien no tenía constancia de lo que ocurría en su interior fue su propio dueño. José Antonio Barrientos, copropietario de la nave, explicó que «desconocía la existencia de esas viviendas ilegales» y anunció que emprenderá acciones legales contra la sociedad arrendataria en el caso de que «haya problemas con el seguro», puesto que parte de la responsabilidad civil es de quien ejerce su actividad comercial en el interior del edificio. Barrientos justifica este desconocimiento porque «en cuanto se alquila una nave pasa a ser propiedad en teoría del arrendatario».