Roma
El libro del Escorial y la «muy buena pronunciación»
Una comitiva de cinco coches llevó a Zapatero desde el aeropuerto hasta el Palacio Apostólico. El presidente entró en el Vaticano por el recorrido reservado a los jefes de Estado y de Gobierno, la Plaza de San Pedro y el Arco de las Campanas. Diez minutos antes de la hora prevista para el encuentro, el jefe del Ejecutivo era recibido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo James Harvey, y los «gentilhombres» del Papa, que le acompañaron hasta la Biblioteca privada del Pontífice, lugar de la reunión. Era la segunda vez que se veían las caras tras su encuentro en Valencia. Y la segunda que Zapatero pisaba el Vaticano, aunque la vez anterior el obispo de Roma era Juan Pablo II. Entonces, el Papa regaló al presidente español 20 medallas de los 20 misterios del Rosario y Zapatero le obsequió con un cuadro de Rafael Canogar titulado «Pila». Ayer, el Pontífice recibió el libro «Historia del Monasterio de San Lorenzo del Escorial», de 1892, escrito por Antonio Rotorda, que consideró «muy bonito». Benedicto XVI le correspondió con un bajorrelieve en bronce y explicó al jefe del Ejecutivo que es «la representación del Vaticano tal y como era en 1600». Además le entregó una medalla de oro de su Pontificado. Al entrar en la biblioteca, el Papa le dedicó unas palabras en español a Zapatero, a las que éste contestó asegurando sonriente que «tiene una pronunciación muy buena».
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