Sevilla

El Ayuntamiento pagará la mitad del canon a los placeros de la Encarnación

El sobrecoste en la construcción del nuevo mercado de la Encarnación será asumido con dinero público, pues el Ayuntamiento, Sacyr y los placeros han alcanzado un acuerdo para que estos últimos paguen únicamente 350 euros de canon mensual, mientras que de las arcas municipales saldrá una cantidad casi idéntica hasta alcanzar los cerca de 700 euros reclamados por la empresa.

El Ayuntamiento pagará la mitad del canon a los placeros de la Encarnación
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Este pacto, confirmado por fuentes de la negociación a LA RAZÓN de Sevilla, permitirá a los comerciantes no pagar más de la cantidad establecida inicialmente y a la concesionaria obtener un beneficio suficiente para compensar el aumento del coste. Eso sí, el gran perjudicado es el ciudadano, pues la diferencia entre las pretensiones de Sacyr y lo que pueden abonar los placeros saldrá de las cuentas públicas.

No obstante, el Ayuntamiento no confirmó si se hará cargo de esta cantidad –unos 13.500 euros mensuales– durante los 40 años que dura la concesión o únicamente por un tiempo limitado. La cuestión no es baladí, puesto que se trata de un compromiso personal de Alfredo Sánchez Monteseirín, quien a partir de junio ya no estará ni en el Gobierno local ni en el Consistorio.

Las tres partes presentes en la negociación mostraron su satisfacción por este acuerdo, que desbloquea la situación y permitirá que las llaves de las nuevas instalaciones sean entregadas a los comerciantes el lunes día 18 a las 18:00 horas en el Salón Colón, con pompa y boato.

A partir de entonces, los placeros podrán comenzar con la mudanza y el mercado estará abierto al público para la próxima campaña de Navidad, un año después de lo prometido por el anterior delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

El Gobierno municipal informó en un comunicado de que dentro de ese canon de 350 euros mensuales se incluyen los gastos de conservación y mantenimiento propios del mercado, como la limpieza, vigilancia y control, la conservación de las instalaciones para la producción de frío industrial y otras labores menores, así como el uso ordenado de las zonas de carga y descarga y el aparcamiento.