Estados Unidos de Europa por Jesús Fonseca

No es cuestión de izquierdas, ni de derechas. La respuesta a esta devastación –con cada vez más inquietantes brotes de totalitarismo al alza– son los Estados Unidos de Europa. A una inmensa mayoría de españoles no les importaría nada. Sólo así dejarán de cerrar en máximos históricos las primas de riesgo y los bonos a diez años o los que sean. Cada día que pasa, ya no es que contengamos el aliento, es que llueven pruebas de que esto se nos ha ido completamente de las manos. Otro gallo cantaría si la unidad de los europeos fuera incontestable. La solución es más Europa. No una Europa de los alemanes, sino una Europa de los europeos. No podemos seguir eligiendo entre lo malo y lo peor, a costa de millones de personas, por falta de grandeza. Se impone un giro histórico: la completa unión europea. Las acciones coordinadas que defiende esta campeona de natación sincronizada que han colocado al frente del FMI, tal y como ella las plantea, serían sólo posibles si existieran los Estados Unidos de Europa. Tiene razón la luterana alemana en su predicación: los recursos son limitados. La fortaleza de Alemania, con 400.000 millones de fondos de estabilidad en riesgo, no es infinita. La Eurozona sólo no sirve. Hace falta una completa Unión Europea. Es decir, los Estados Unidos de Europa. ¿Vale la pena dar ese paso? Pues a qué esperamos. Lo que importa es la libertad y el bienestar de los europeos. El liderazgo, o es de todos juntos, o no habrá liderazgo. Que Italia y Francia formen un frente común a favor del crecimiento, con el apoyo de Obama, con el que al parecer Monti se pasa el día hablando por teléfono, no resolverá las cosas. Y, mientras tanto, la vieja raposa, que lo sabe todo por vieja y por zorra, arrima, desde Londres, el ascua a su sardina.