Pudiendo pues

Como dice el chiste: a mí me gustaría vivir como vivo, pero pudiendo. Pero ni usted ni yo podemos. Las administraciones son las únicas que pueden. ¿Cómo es posible que el Estado y las comunidades deban tanto? ¿Cómo puede la deuda pública registrar cotas tan elevadas? Dirá usted: es mucho mejor que la media europea. Verdad, pero también lo es que nuestra deuda alcanza un máximo histórico tras otro, y además la debemos colocar 300 puntos básicos por encima del bono alemán. Este disparate se produce sólo porque los políticos pueden hacerlo, pueden gastar más de lo que recaudan, siempre tienen una excusa para hacerlo, y no sufren las consecuencias que padecen los ciudadanos cuando lo hacen. Es que aquí algún otro paga la cuenta. Y cuando se descubre el pastel cocinado por los políticos para obtener buena imagen, resulta que la solución es más pastel: más deuda, con más facilidades, como el plan para solventar el irresponsable endeudamiento de los municipios con los proveedores. Y no hay diferencias entre partidos. Si hay diferencias entre las autonomías y los ayuntamientos es porque en los últimos suele haber más restricciones. Como siempre, además, las autoridades hacen lo contrario de lo que hay que hacer: en vez de ajustarse al comienzo de la crisis, se endeudaron más y más y retrasaron la recuperación. Cuando aparecen las luces al final del túnel, ahora dicen que van a ajustarse y, otra vez, en vez de ajustarse vía gasto, han subido impuestos. Y no se mueva usted mucho, no sé si me entiende.