«Tierra de Sabor» coloca su lechazo en cientos de restaurantes

VALLADOLID- El lechazo siempre va de la mano de Castilla y León. En todos los puntos de la Región se puede degustar este manjar que cada vez tiene más adeptos fuera de nuestras fronteras. La gastronomía es uno de los principales reclamos turísticos de la Comunidad, y el lechazo, uno de sus platos más codiciados. Además, el producto ha recibido un espaldarazo definitivo con el amparo de la marca de calidad «Tierra de Sabor».

En todas las provincias se puede disfrutar de este alimento, pero hay tres puntos geográficos en los que el lechazo es un referente. Se trata de la localidad vallisoletana de Peñafiel, de la segoviana de Pedraza y de la burgalesa de Aranda de Duero.

En Peñafiel, cualquiera de sus establecimientos hosteleros ofrecen un lechazo de alta calidad. Favorecido por la impronta ganadera de la zona, ha ocupado los primeros puestos de las cartas de los restaurantes del municipio.

Carne y vino
Bañado por los grandes caldos de la Ribera del Duero, el maestro asador y el horno de leña son tan importantes, pues la receta es sencilla: carne de primera calidad, manteca, agua y sal.

El lechazo es muy suave, tierno y jugoso, en gran medida porque el animal tan sólo se ha alimentado con leche materna y se sacrificó al alcanzar un peso en canal de entre cinco y ocho kilos.

Algo muy parecido sucede en Aranda de Duero. El éxito del asado depende del maestro asador y de la materia prima, algo de lo que son conscientes los restaurantes de la localidad burgalesa, de aquí que apuesten por carnes de primera calidad.

Por su parte, la gastronomía en Pedraza, gira en torno al lechazo. Un receta que, junto a los atractivos turísticos de la villa segoviana, se convierte en un imán que atrae visitantes durante todo el año.

Los asadores del municipio se sienten muy ligados a este plato que sale del recetario tradicional para llegar a las cartas y a las mesas de los comensales.

El plato se presenta en cazuela de barro y se prepara, básicamente, con manteca, agua y sal, y algunos añaden un poco de vino blanco o alguna especie.

Además, y para promocionar este producto, la Asociación de Asadores de Lechazo de Castilla y León realizan numerosas actividades. La principal son los Encuentros Gastronómicos, se suele celebrarse en primavera, en los que los 75 restaurantes de toda España que forman la institución ofrece un menú con un precio muy asequible en el que, como no podía ser de otra manera, el lechazo es el plato estrella.

Se trata de una ocasión ideal no sólo para descubrir una parte esencial de la gastronomía de Castilla y León, sino también para disfrutar de otros parajes, que a través del lechazo y los grandes vinos de la Ribera del Duero, se puede disfrutar de una jornada inolvidable.

Aumentar la comercialización
El último espaldarazo ha llegado de la Consejería de Agricultura y Ganadería, al amparar todo el lechazo de calidad de nuestra Comunidad con el distintivo «Tierra de Sabor». Más de 2,4 millones de animales podrán ser etiquetados con la enseña del ‘corazón amarillo', que les permitirá incrementar la capacidad de comercialización y, por lo tanto, aumentar el valor añadido de las producciones de ovino de la Región. Además de garantizar el origen y la calidad del producto y de facilitar la puesta en marcha de acciones de promoción.

Este respaldo del Gobierno autonómico permite aumentar la rentabilidad de un sector clave para la economía regional al estar asentado en el medio rural y contribuir de una forma clara al mantenimiento de la población en nuestros pueblos.

Un producto para disfrutar en España
Los que viven fuera de Castilla y León también son afortunados porque en algunas provincias de España se puede degustar el lechazo, gracias a los establecimientos que tienen en sus menús este manjar. Madrid, Asturias, Barcelona, Sevilla Toledo o Valencia son algunas de las ciudades en las que se puede disfrutar de este alimento, casi, casi como si estuvieran en la misma Castilla y León. Y es que, el lechazo está rompiendo fronteras y cada vez más gente quiere disfrutarlo. Por este motivo, también se está impulsando fuera de España. Varias empresas, entre ellas la palentina Cascajares, ofrece este producto «a los que no les guste cocinar».