ANÁLISIS: Cuándo podrán abrir por Sergio Sanchez-Moral

- ¿Hasta qué punto la masificación de las visitas ha deteriorado la cueva?
–El estado actual es resultado de las numerosas modificaciones que ha sufrido desde su descubrimiento, incluidas las obras de acondicionamiento y las entradas de visitantes, que llegaron a ser masivas en la década de 1970. El paso de visitantes se tradujo en un incremento sustancial de las partículas en suspensión, oscilación de temperatura, humedad y concentración de CO2. Todo ello ha favorecido la corrosión de la roca soporte de las pinturas y la proliferación bacteriana.

- ¿Prolongar el cierre ayudaría a su recuperación?
– Todos los resultados de nuestros estudios indican que sí. Las condiciones de la cueva de cara a la conservación han mejorado notablemente desde que se cerró en 2002.

- ¿Qué medidas preventivas se deberían tomar una vez se decida reabrir la cueva?
–Nuestros datos indican que la conservación de la cueva pasa por mantener bajas tasas de intercambio de materia y energía con el exterior.

- ¿Durante cuánto tiempo ha de estar la cueva en vigilancia por la contaminación bacteriana?
–La cueva debería estar permanentemente monitorizada y sometida a observación a fin de conocer en tiempo real la respuesta del ecosistema subterráneo a cualquier cambio ambiental interno y/o externo. El objetivo de los estudios que en ella se lleven a cabo debe centrarse en detectar de forma temprana la proliferación de los microorganismos hacia zonas internas.

- ¿Cómo ha afectado al microclima de la cueva la instalación de iluminación, sistemas de vigilancia y otros tipos de monitorización?
 –El uso de iluminación artificial en ambientes subterráneos con alto grado de oscuridad provoca la aparición de algas y bacterias, microorganismos fotótrofos (que emplean la luz como fuente de energía, como las plantas superiores). Todavía hoy persisten algunos retazos, ya que resisten mucho tiempo sin volver a recibir luz.

Sergio Sanchez-Moral
Coordinador del estudio del CSIC