Terrorismo
La alcaldesa de Bildu que se burló del Rey pide echar a la Guardia Civil
El Ayuntamiento de Alsasua aprueba una moción que insta a los agentes a que abandonen el municipio. Les acusan de represión por pedir el DNI a un joven
MADRID- El Ayuntamiento de Alsasua aprobó en el Pleno del pasado 27 de julio una moción presentada por simpatizantes de la izquierda abertzale, cuyo objetivo es «acabar con la actitud represiva de la Guardia Civil y Policía Foral en Alsasua y que abandonen el pueblo».
El Gobierno de Alsasua, cuya alcaldesa, Garazi Urrestarazu Zubizarreta, se «cagó» en la «puta calavera» de los agentes de la Guardia Civil que habían acudido al Teatro Municipal de la localidad para investigar la colocación de una pancarta en la que se pedía la salida de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y que no dudó en insultarles, además fue citada a declarar en la Audiencia Nacional por permitir la parodia del Rey. Pero no conforme, ahora aprueba una moción para acabar con la presencia policial. Además, la moción insta a que todos los grupos políticos del Pleno «tomen medidas para acabar con la represión». Entre las propuestas, solicitan que la Guardia Civil y la Policía Foral «devuelvan su respectivo cuartel y comisaría al pueblo, respetando el sentir mayoritario del pueblo, para crear viviendas de protección oficial», según destacan.
En el escrito de la moción aprobada indican que «la lucha que ha vivido Euskal Herria ha traído sufrimiento, dolor, odio, y muchas muertes. Ha dejado gran cantidad de víctimas por el camino que nunca volverán. Bien por parte de la organización armada ETA, bien por parte de la guerra sucia que puso en práctica el Estado y bien por parte de todas las fuerzas que constituyen el monopolio de la violencia del Estado español», tratando de equiparar de nuevo a víctimas y verdugos.
También denuncian los controles rutinarios de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, algo que tildan de «graves acontecimientos que tienen lugar en el pueblo» y adjuntan ejemplos de lo ocurrido. En uno de ellos narra: «A las tres de la mañana se acercó un guardia civil en su patrol y me preguntó si era menor de edad, le dije que sí y me pidió el DNI. Metieron el DNI en el patrol y me preguntaron qué hacía a esas horas. Me devolvieron el documento y volví a casa». Según destacan, estos acontecimientos «nunca han tenido cabida» en el municipio y solicitan la convocatoria de una «comisión antirrepresión». Según destacan, estos datos «demuestran la ocupación militar que sufre el pueblo» y piden «la desmilitarización de Euskal Herria» y «para llegar a una paz justa, que abandonen el pueblo».
También la moción aprobada resalta la «intención de parar el juicio de Makana –Ramón López Cid, «Makana», arrestado por su vinculación con el aparato de captación de ETA en Navarra– y el de Garazi –la alcaldesa de Bildu que permitió la parodia al Rey en la fiestas del año pasado del municipio de Alsasua– y se comprometen a colaborar y participar en las diferentes movilizaciones que se llevarán a cabo en el pueblo.
El concejal del Partido Popular en Alsasua, Francesc Paris, tilda de «desfachatez» que el Gobierno de Bildu cree ahora una comisión antirrepresión y destaca que «las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado siempre encontrarán la dura oposición de los que guiñan el ojo a los terroristas». Asimismo considera que la Guardia Civil y la Policía Foral del municipio llevan a cabo «un trabajo encomiable durante todos estos años» e insiste en que si hoy «estamos más cerca del fin de ETA es gracias a la excelente labor» de los cuerpos policiales.
Otros incidentes
La alcaldesa de Alsasua también permitió hace unos meses que los radicales se volvieran a burlar de la Guardia Civil. En el tendido eléctrico del pueblo aparecieron colgados unos tricornios y unas maletas acompañadas de unos símbolos en amarillo que utilizan para instar a la Guardia Civil a que abandonen el pueblo. Entonces, ni la edil de Alsasua, Garazi Urrestarazu, ni el Gobierno municipal que preside, hizo nada por retirar las maletas y el tricornio del cableado ni mostró su repulsa. Tampoco cuando en el pueblo intentaron quemar la cafetería de la pareja de un guardia civil, mientras ésta se encontraba dentro. Entonces tampoco hubo condena de la edil. Y es que el acoso hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es continuo.
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